martes, 8 de febrero de 2011

El extraño mundo del noveno arte: El Capital, de Max y Mir

A pesar de constituir un arte frecuentemente denostado por la oficialidad cultural y de ser ninguneado históricamente por aquellos que dan o quitan certificados de legitimidad artística, signifique eso lo que sea que deba significar, el cómic ha contado desde siempre con una cualidad que no ha pasado desapercibida ni siquiera para quienes más lo desprecian. El maridaje en armonía de imagen y palabra, el equilibrio secuencial entre verbo e icono se ha revelado con el paso del tiempo como herramienta perfecta para el ejercicio de la pedagogía y vehículo preciso en el desarrollo de la exégesis. Lo sabía el ejército norteamericano, que ya en la década de los cincuenta contrató nada menos que al maestro Eisner, a través de su American Visual Corporation, para la realización de cómics explicativos. Y lo sabían Francesc Capdevilla y Francisco de Paula Mir Maluquer, o lo que es lo mismo, Max y Mir, cuando en 1976 proyectaron adaptar al medio el tomo I de El Capital de Karl Marx.

Nuestro primer Premio Nacional del Cómic (2007) y el actor, director guionista y ex miembro del trio humorístico Tricicle se aliaron para conseguir la nada desdeñable gesta de sintetizar en apenas 63 páginas de tamaño fanzine -pequeñitas pequeñitas- la extensa biblia del marxismo sin renunciar por ello a sus elementos claves y esenciales, desde la naturaleza de la mercancía, la formación del dinero, la esencia de la plusvalía y la superplusvalía pasando por la división del trabajo o el proceso de acumulación capitalista. Ameno y accesible, acaso excesivamente infantil en su grafismo debido a su caracter fanzinero, el trabajo de Max y Mir se erige en una adecuada antesala a la obra marxista, a la que indudablemente ni puede ni pretende sustituir, pero de la que sí que sirve de atractivo reclamo y banderín de enganche para un posterior acercamiento con mayor profundidad y detalle. Porque además la versión en viñetas de El Capital no sólo se amuralla en su labor divulgativa, sino que trata de ir más allá y aspira decididamente a ganarse para la causa la simpatía del lector, involucrándole en la dialéctica de clases, envolviéndolo de lleno en la áspera confrontación entre capitalistas y proletarios y tomando partido, faltaría más, por uno de los bandos en litigio. Razón ésta por la cual tal vez se resienta en algunos pasajes de un deje excesivamente panfletario que le resta en eficacia persuasiva. Un tono que en el fondo es herencia directa de la obra original, aunque ciertamente Marx se cuidaba mejor de camuflarlo tras el envoltorio pseudocientífico y filosófico de su análisis.

En definitiva, otro ejemplo más que pone en jaque la visión tradicional del cómic, aquella mirada miope que pretende reducirlo a la categoría de esparcimiento romo e inofensivo destinado a niños y a adultos aquejados de insuficiencia intelectual. Ya se sabe, los potitos, los potitos...

Ahí va el enlace para los que sientan curiosidad.


12 comentarios:

  1. buendía en el espejo8 de febrero de 2011, 20:57

    Alan me ha gustado mucho este post. Sabes que el cómic no es mi fuerte, pero esta estética que cruzó la barrera del papel para asentarse en el séptimo Arte, me gusta. Además das una perpectiva nada usual y eso, aleja prejuicios y gana adeptos.

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  2. Gracias, Buendía. Hay muchas obras interesantes por descubrir en el tebeo, no todo es Asterix, Tintín y Mortadelo y Filemón, que por otra parte a mi me encantan. Una vez un amigo me dijo -un saludo, amigo- que cuando un falso rumor se toma lo suficientemente en serio acaba convirtiendose en verdad. Con el tebeo pasa algo así, es cierto que la imagen que se tiene de él no es totalmente erronea, que su producción ha tenido siempre, y sigue teniendo, un marcado caracter infantil o juvenil, pero eso también se debe en gran medida a que durante mucho tiempo el mercado y los propios editores se lo han exigido, porque habían tomado por verdad incontrovertible lo que no era más un falso rumor. Por supuesto aun le queda mucho camino que recorrer para igualarse a otros medios de expresión, pero parece que poco a poco va quedando claro que el problema nunca estuvo en el medio en sí. O sea, que sí coño, que leáis tebeos sin sentir remordimientos.

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  3. Alan, excusatio non petita accusatio manifiesta. (que lo traduzca krugius)

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  4. Gracias por la recomendación, excelente cómic. Por cierto, tu amigo, el de la cita sobre la mentira, ¿No sería Aldous Huxley?

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  5. Esperaremos a que traduzca Krugius, aunque para mí que sí, que la acusación siempre ha sido bastante manifiesta.

    Supongo que eso lo habrá dicho mucha gente en mucho tiempos y en muchos lugares. Pero no, al amigo que yo me refiero es a alguien más actual, más vivo, y algo más cercano, aunque no demasiado.

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  6. Estoy harto de victimismo barato, porque hay que pretender que todo sea lo más alto bello verdadero y bueno del mundo, es absurdo, cada cosa es como es, y si alguien disfruta viendo la telenovela Cristal, yo no se lo voy a impedir con imprecaciones dramáticas sobre la perdida de tiempo que supone o que hay otras cosas más elevadas, el comic es el comic, y basta de querer que el comic sea la historia del pensamiento, es un arte, del que todos hemos disfrutado y algunos aun siguen, estupendo, como en todas las artes hay modas y estilos comerciales que se imponen por una serie de razones conocidas por todos vosotrros. Si alguien lee el Ulises de Joyce puede disfrutar mucho, de igual manera que si lee un comic de Eisner o de quien sea, son expresiones culturales diferentes, pero todos los días vamos a cagar, igualmente que de vez en cuando disertamos sobre las preguntas indisolubles del ser, no podemos estar siempre en las alturas pretendiendo que nuestro alrededor sea una especie de cúpula de cristal elitista de la cultura inalcanzable para los lectores de comic...

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  7. ¿Lo qué? ¿Lo podrías repetir? Es que estaba en las alturas pensando una proposición lógica profundisima y no me he enterado de nada. De todas formas, la historia del cómic invita al victimismo y a la reivindicación permanente. Te lo juro.

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  8. Jesús por una vez estoy contigo, pero no sólo respecto al comic, o la lectura en general, sino respecto a todas las artes, sobretodo con la música pasa mucho, acostumbramos a quitar valor a cierta música tan sólo porque no nos gusta.
    (ea que no se diga que no comento)

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  9. ¡¡CERDO APESTOSO RATA INMUNDA DE CLOACA PONZOÑOSA MONTÓN DE MIERDA RASTRERA BASURA INFECTA DE LODO PODRIDO!! o algo así dije...

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  10. ¡En las próximas candelas propongo quemar todos los comics del planeta y ponerte a ti en lo alto de pantarujo!

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  11. Ana, el elitismo es muy frecuente en todas las esferas de la vida. Hay mucha gente que necesita sentirse superior a lo demás para no descerrejarse un tiro en la sesera cada noche. Muy triste.

    Jesús, no es mala propuesta; seguro que mientras llegan o no las llamas me da tiempo a rebuscar en la pila y leerme más de un tebeo que de otra forma no podría encontrar. Sí, definitivamente, hagámoslo.

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  12. Eso, eso. Que lo traduzca Krugius.
    Ora pro nobis.

    Firmado: Homo ludens (homo homini ludicus)

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Como no me copies te pego

Reservado todos los derechos a los lectores, que podrán copiar, manipular, alterar y hasta leer todos los textos de este blog. Eso sí, se agradecería que mencionaran de dónde diablos han sacado el juguetito.