... y del más allá y del más acá, un par de cuartetos más:
Tú, corazón, no puedes vislumbrar el enigma,
ni enunciarlo como hacen, perspicaces, los sabios.
Construye un paraíso con el vino y la copa
que no sabes si al otro llegarás algún día.
ni enunciarlo como hacen, perspicaces, los sabios.
Construye un paraíso con el vino y la copa
que no sabes si al otro llegarás algún día.
***
¿Nuestro tesoro? El vino. ¿Nuestro palacio? La taberna. ¿Nuestros
fieles amigos? La sed y la embriaguez. Ignoramos la inquietud
porque sabemos que nuestras almas, lo mismo que nuestras copas y
trajes mancillados, no tienen que temer ni el polvo ni el agua ni el fuego.
fieles amigos? La sed y la embriaguez. Ignoramos la inquietud
porque sabemos que nuestras almas, lo mismo que nuestras copas y
trajes mancillados, no tienen que temer ni el polvo ni el agua ni el fuego.
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