ESPAÑA 1-0 ALEMANIA
Así, con toda la horteriadez de la que soy capaz. Me ha faltado algo plateado, algo dorado y unos cuantos lunares, pero puede valer.
Yo hay ciertas cosas que no me las puedo creer ni aunque las vea. Si un día muero y en el trance de expirar me encuentro ante dios, y si dios me echa en cara mi descreimiento, le diré lo mismo que pienso ahora: que aunque el no él no lo sepa, y por más pena que me dé, no existe.
Pues con España me pasa algo parecido. No me creo que vayamos a jugar la final del Campeonato del Mundo el domingo. Por más que me queráis convencer, yo sé que hemos vuelto a caer en cuartos, si queréis con un gol en flagrante fuera de juego de Cardozo, después de que Lucas Barrios o Justo Villar o cualquiera de ellos le haya roto la nariz y el corazón en mil pedazos a Villa o al niño Torres, al que vosotros prefiráis, en el otro área. Pero es mentira y además falta a la verdad el que sigais insistiendo en que vamos a jugar la final el domingo. Y aunque es mentira, y aunque falta a la verdad, yo estaré allí el día 11 a las 20:30, clavadito a la pantalla de mi retroproyector, no sea que en esta realidad virtual, más falsa que Matrix o que los postulados clásicos de la derecha, salgamos campeones.
-Algo va a pasar, no sabemos qué, pero algo grande será-
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