Con retraso y por percances de ultimísima hora, solo pudimos acudir con tres jugadores a enfrentarnos al Santa Isabel de Badajoz, en realidad llevábamos a Pedro en el coche, pero como hace varios años que dejó el ajedrez, pues no pudo jugar ya que tampoco le apetece pagar la licencia sino juega: lógico, (pero yo creo que sí le gusta el ajedrez, eso que conste).
Íbamos por lo tanto Adolfo, Pedro y este cronista degustando los paisajes que nos llevaban a Olivenza, viendo los castillos del lugar, todos los ríos con el agua achocolatada pero llenos, con algunas encinas golpeadas por la seca y ya casi al final de la ruta, el embalse de Piedra Aguda, colofón de este viaje acompañada por la música de Diego Ortiz.
Al llegar al Hotel Herederos de Olivenza, ver de nuevos las caras de los clásicos aficionados al ajedrez, dar fuertes apretones de manos y desearles un buen año. Las partidas tuvieron su interés, tal vez la victoria de Adolfo es demasiado fácil considerando que Arias suele plantear partidas complicadas a sus rivales, pero ayer regaló dos piezas y un mate.
Nuestro compañero Imme Van den Berg, se enfrentó a David Castellanos y enseguida consiguió una buen presión el jugador pacense, evitando el enroque de Imme e incomodando el desarrollo, tras un puñado de jugadas, David había conseguido un peón de más en un final de torre y caballo, que Van den berg no supo jugar y entregó la partida.
La de este cronista contra Ruiz-Adrián fue de un dominio lógico y tranquilo por mi parte a los desvaríos que hacía Manolo, que jugó sin elaborar ningún plan, y muy pasivo, viendo como poco a poco le metía todas mis piezas en su campo. La jugada 21..., Cc4? es un error táctico con la que tras un cambio le gano un peón, 8 jugadas después gano un segundo peón, mi rival desesperado abre su enroque y yo excesivamente relajado (o confiado) entro en una chorrada que me hace Manolo y por jugar al toque, encontró una maniobra de jaque perpetuo. Un empate que me jodió profundamente, pero de todo aprende uno...
Íbamos por lo tanto Adolfo, Pedro y este cronista degustando los paisajes que nos llevaban a Olivenza, viendo los castillos del lugar, todos los ríos con el agua achocolatada pero llenos, con algunas encinas golpeadas por la seca y ya casi al final de la ruta, el embalse de Piedra Aguda, colofón de este viaje acompañada por la música de Diego Ortiz.
Al llegar al Hotel Herederos de Olivenza, ver de nuevos las caras de los clásicos aficionados al ajedrez, dar fuertes apretones de manos y desearles un buen año. Las partidas tuvieron su interés, tal vez la victoria de Adolfo es demasiado fácil considerando que Arias suele plantear partidas complicadas a sus rivales, pero ayer regaló dos piezas y un mate.
Nuestro compañero Imme Van den Berg, se enfrentó a David Castellanos y enseguida consiguió una buen presión el jugador pacense, evitando el enroque de Imme e incomodando el desarrollo, tras un puñado de jugadas, David había conseguido un peón de más en un final de torre y caballo, que Van den berg no supo jugar y entregó la partida.
La de este cronista contra Ruiz-Adrián fue de un dominio lógico y tranquilo por mi parte a los desvaríos que hacía Manolo, que jugó sin elaborar ningún plan, y muy pasivo, viendo como poco a poco le metía todas mis piezas en su campo. La jugada 21..., Cc4? es un error táctico con la que tras un cambio le gano un peón, 8 jugadas después gano un segundo peón, mi rival desesperado abre su enroque y yo excesivamente relajado (o confiado) entro en una chorrada que me hace Manolo y por jugar al toque, encontró una maniobra de jaque perpetuo. Un empate que me jodió profundamente, pero de todo aprende uno...
Menuda sarta de mentiras ¿desde cuándo he dejado yo de jugar al ajedrez? Nada, que estás dispuesto a todo con tal de silenciar mi brillante victoria del otro sabado; qué siciliana más bien jugada, qué ataque más demoledor y fulgurante en el flanco de rey, que armonía y que precisión en el orden de las jugadas, hasta mi rival admitió haber tenido la sensación de asistir a la composición de una partitura genial, de haber vibrado con la música secreta oculta tras cada uno de mis movimientos. Y qué decir de esa sala a revosar puesta en pie y en cerrada obación, esos vítores y aclamaciones...
ResponderEliminarUna lástima que la envidia que te corroe vaya a privar a nuestros lectores de tan sublime espectáculo ajedrecístico.
Pues que yo recuerde, tu último torneo fue el Cto. de Extremadura que se jugó en Valdelacalzada, allí al lado de Montijo, no recuerdo el año, pero podría ser el 2004 ó 2005, no mucho mas allá.
ResponderEliminarTampoco recuerdo que jugases este sábado, estabas tan ensimismado con la lectura de no se quién en el libro electrónico, que hasta me echaste de tu lado cuando fuí a visitarte porqué pensé que estarías aburrido...
2003 me sale a mí. Recien acababa de escapar a la tortura de Procondal y estrenaba el Ibiza. De hecho aquel viaje que hicimos a Valdelacalzada bajo la lluvia y aterrorizados fue la primera vez que lo conducía. Hay que ver a lo que estabais dispuestos con tal de jugar al ajedrez.
ResponderEliminar