En la discusión que tuvo lugar, en nuestro encuentro, acerca de la filosofía de Nietzsche en general y su filosofía moral en particular, sostuve, entre otros asuntos capitales, la tesis, no compartida por nadie, de que Nietzsche pertenece a la tradición académico- platónica por derecho propio, en tanto que dialéctico no sistémico, desmarcándolo así de ciertas corrientes de interpretación que han venido a considerar que el peso del idealismo alemán, con Hegel como abanderado, constituirían la influencia mayor de su filosofía. Para sostener esta tesis invoqué la Dialéctica negativa de Adorno, en relación a la crítica que ejerce sobre la dialéctica sistémica de corte idealista y de tufo hegeliano, en el punto que considera la antítesis como una maniobra hipostática que tiene como misión preparar la síntesis integradora de contradicciones. La antítesis hegeliana sería, entonces, no genuina pues las contradicciones que se derivan de su colisión con la tesis sólo lo serían en apariencia, al contrario de lo que ocurre en los diálogos platónicos, carentes de una síntesis genuina si por tal entendemos una formulación apodíctica y acabada: el nacimiento de una nueva tesis. La base para sostener esto otro la expuse sobre la constatación de que las obras de Platón no siempre acaban en una conclusión en la que pueda establecerse su valor de verdad, ya se contemplen aisladamente el grueso de sus diálogos ya porque la relación de unos diálogos con otros de parecida temática modulan, amplían o contraponen los hallazgos encontrados en la búsqueda respectiva. Así las cosas, de estar la razón de mi parte, y excusando el simpático pleonasmo, Nietzsche sería un platónico aventajado. Por lo demás que al caso de lo que ahora se expone afirmé, el estilo desaforado y vigoroso de Nietzsche nos permite sostener que la hermenéutica aplicada sobre su filosofía tanto se encamina por un derrotero como por su contrario, y, para ello, basta tener a la vista la multitud de excelentes monografías de sesgos variopintos y aun contradictorios que se han publicado: Nietzsche irracionalista, vitalista, ateo recalcitrante, cristiano radical, postmoderno y postmetafísico, metafísico por antonomasia, terapeuta del alma, materialista, místico, impulsor de la sospecha, escéptico sin par, diletante aburguesado, fascista, anarquista, crítico constructivo del comunismo, etc, etc, etc. Para tratar de salir de este sumidero interpretativo, precisamente, propuse leer a Nietzsche como discípulo de Platón, pues sólo desde los parámetros de la dialéctica platónica pueden ser explicadas consecuencias exegéticas tan dispersas y aun contradictorias.
La interpretación que os propongo, por tanto, tiene la virtud de ocuparse de dos problemas insidiosos: de una parte vincula a Nietzsche con la genealogía de su pensamiento, esto es, Platón; y, de otra, recoge la multitud de interpretaciones que se han hecho como prueba y validación de la propia interpretación que os propongo. Sin embargo, dos asuntos deben quedar probados para demostrar estos extremos: primero, que en sus obras se pueden señalar inequívocamente tesis y antítesis genuinas y, segundo, que el Platón del que hablamos no es una quimera. Respecto a lo primero, creo que nuestro nivel de controversia sería muy pobre pues se aceptó, en líneas generales, que así era el caso; de todos modos, el influyente trabajo de Jaspers podría seguramente venir en nuestro auxilio. No será esto, pues, lo que me gustaría proponer para un próximo encuentro. La discrepancia radical está en lo segundo. En la discusión no hubo acuerdo acerca de cómo interpretar a Platón y esto fue lo que hizo, en parte, incomprensible la tesis que trataba de sostener. Y lo fue por cuanto las voces que se hicieron escuchar, lo supieran o no, eran reas de cargo de los trabajos críticos de Taylor y Burnet, y, ¡cómo no!, de Karl Popper, entre otros. Por tanto, propongo como cosa urgente y a modo de continuación, que dediquemos el próximo debate a Platón, y, más concretamente, a su dialéctica. El texto fundamental es el Fedro. Sería un placer extraordinario compartir puntos de vista sobre esta obra maestra incomparable. Vosotros diréis. Iomen.
Secundo la moción. Queden por tanto Marx y sus cerditos para mejor momento, que si la cosa se augura para navidad mejor haremos nosotros trinchando en otro pavo. Porque digo yo que será para navidad...
ResponderEliminarPor si la cosa prospera, estaría bien que fuerais ya reservando fechas en vuestras agendas, mentalizando a las parientas, anulando compromisos familiares, escondiendoos de los amigos e indisponiendoos para cenas de empresas y campañas oficiales de ponga a un pobre en su mesa.
Ya sabéis dónde podréis dar esas conferencias..., pero apiadaros del pobre Paco, y traeros algo de comer que yo preparo los cafeses y los teses de turno, e incluso os buscaré a algún oyente que poder torturar. Je je.
ResponderEliminarAh y seguiré haciendo fotos póstumas de tales actos,
No te preocupes, pobre Paco, para eso ya contamos con José Ramón.
ResponderEliminarHombre, si se trae dulces de Alemania estaría curioso -nosotros que presumimos de multiculturales-, pero tampoco se trata de que le toque poner los dulces siempre al mismo.
ResponderEliminara ver quien es el que se estira en esta ocasión...
Me parece bien lo de Platón y el Fedro, pero quiero proponer a la consideración de vds. otra idea para la reunión. En lugar de utilizar un libro como motivo de discusión podemos elegir un tema, en mi caso escogería LA CRISIS, es cierto que no parece estrictamente filosófico pero da lugar a un tramiento personal sea económico, sociológico o por supuesto desde la filosofía. Tiene la ventaja de que se sumarían otras personas poco gustosas de la reflexión propiamente filosófica y por contra puede que se traicione la idea inicial de encuentro filosófico. En caso de que esta propuesta no obtenga parabienes en los próximos díás acepto encantado hablar academicamente o no de platón y su fedro.
ResponderEliminarLo del tema en lugar del libro es justamente lo que ya hicimos en la anterior junta de vecinos. Lo de la crisis es atractivo, de hecho es uno de los puntos que esperaba tratar con mi propuesta de El capital. Lo que pasa es que me parece un poco más coherente continuar por las derivaciones del primer debate, en la forma en que lo ha expuesto Adolfo, que cambiar radicalmente de tema. En cualquier caso yo apoyaré cualquier opción por la que se decante la mayoría (mierda de cultura democrática, que todo lo contamina) pero si me he pronunciar prefiero, aunque por poco, el Fedro de Platón y su relaciones dialéctica y de otros flujos con Nietzsche.
ResponderEliminarYo estoy con Juan Luis, hagamos un debate sobre la Crisis e invitemos a la ínclita Belen Esteban y compañía, conozco a su agente, lo podemos arreglar por 15.000 sórdidos euros. Lo de Fedro me parece una auténtica memez, nada de nada, ni Fedro ni hostias, la Crisis es lo que está pegando fuerte, eso es un tema interesante, coño!, y no la mierda esa del Fedro , vah! Platón, pero quién ese tío?, por Dios, como si fuese alguien importante en la cultura occidental de los últimos 2000 años, Adolfito ya está bien de sutilidades intelectualoides, ¡el Fedro! aquí se habla de la Crisis como está mandao, y Juan Luis que haga de maestro de ceromonias, que para crisis la que tiene encima, chao letraos.
ResponderEliminarJesús, Jesús, te estás haciendo acreedor a un "No tienes ni puta idea sobre la vida de Belen Esteban" O peor todavía, te estás ganando un "estamos desbarrando, deberíamos volver a leer con mayor atención las obras completas de Belen Esteban y sus mejores comentaristas" o incluso el ya clásico e imprescindible (no eres nadie si no lo has conseguido al menos un par de veces cada año) "que desastre, que desastre".
ResponderEliminarEh, todo sea dicho de buen rollito. No nos equivoquemos.
¡Lo que hay que hacer es una caldereta de cabrito y el tema ya saldrá!
ResponderEliminar¡Y un soberano cojondongo para aligerar, y montamos un plató de cocina en vivo y los postres los hace Juan Luis en directo! Digo...
ResponderEliminarDefinitivamente soy la belén esteban de este blog, no hay comentario en que no se me cite, ¡quien quiere hacer de la campanario para tirarnos de los pelos! Audiencia asegurada.
ResponderEliminarBelén digo Juan Luis, no te aflijas, ya se me pasará, mira si te tengo estima que te he puesto como amigo en el chat, qué cosas eh? No te lo tomes a mal, soy un poquito Mr. Hyde, no es bueno tenerme como enemigo en estas cosas, eres un tipo con buena conversación y buenos modales, cosa que no es óbice para que durante un par de meses quiera destriparte como hacía un buen amigo en Whitechapel, nada de importancia...
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJA, SOIS UNOS CABRONES, con jesusete a la cabeza.
ResponderEliminarNo sé si hacer una lectura constructivista del comentario o si descifrarlo a la luz de las velas de la hermenéutica gadameriana, con claros rivetes iluministas, evidentes tintes hobbesianos y no menos visibles reminiscencias mortadeloyfilemonescas . El caso es que curiosamente sean cuales fueren los parametros interpretativos que aplique al comentario siempre obtengo el mismo resultado: demencia senil prematura.
ResponderEliminarVaya nivelazo en el desbarre, como no puedo seguir tanto ingenio me limito a dar mi opinión respecto a las dos cuestiones, apoyo hablar de Platón y tomar como texto de referencia el Fedro, me parece oportuno volver a los orígenes y ya veremos donde acabamos; pero no desprecio en absoluto el asunto de la crisis, de hecho creo que hasta Jesús andaba tramando algo cuando propuso a Elías Canetti y su obra Masa y Poder en otro lugar del blog. Otra cosa es que os aviso y el que avisa no es traidor es avisador, llevo leyendo desde 2007 de economía que junto con mi habitual empanada mental puede provocar que diga más tonterías de las habituales. No sé cuando pero hasta me atrevo a prepararme una introducción si abordamos ésto de la crisis, y creo que va mucho más allá de lo económico.
ResponderEliminarMenos mal que Joaquín me ha entendido,después de todo somos cofundadores de una teoría cosmogónica que nació allá en los ochenta en su antigua casa, y pesan los años de bachillerato compartiendo pupitre, y aquel mítico comentario en plena clase de Historia (con don Pepe de profesor) de Papapalacios "acho Joaquín, y ahora a la Noni (suculenta hembra pechugona sentada más adelante) la popolla entre las las tetetas" , y eso une, claro. Con Adolfo compartí también pupitre más tarde, y desde luego el también me ha entendido por el lado cachondo del asunto. Es cierto que he reiterado en varias ocasiones en este foro la conveniencia de un libro así, bueno ya sé que es un ladrillo, pero si queremos tratar las cosas seriamente, a veces no hay más remedio. Pero de igual modo pienso que empezar por el Fedro no está nada mal, todo lo contrario, Adolfo es un lince para estas cosas y sabe dónde se mete el muy truhán; y bien, quizás de ahí posiblemente acabemos aterrizando en alguna digresión oportuna sobre el susodicho tema de la crisis, que no es baladí por cierto; más allá de la crisis económica sobrevuela la pesada sombra de una crisis más profunda de la cultura occidental en cuanto a la forma y fondo en que procedemos y actuamos, a la finalidad de nuestras vidas dentro del sistema imperante, a lo que nos ha conducido la sociedad de mercado-libre financiero, y si hemos hecho algo desde la sociedad civil o si se puede hacer algo para contrarestar el modelo de ser-vivo impuesto por las clases dirigentes y secundado por los mass media, y desde luego muchas más consideraciones que imagino saldrán a la luz cuando toque... Aún así sigo pensando que una hermosa caldereta de cochufrito nos vendría mejor para saciar nuestros impúdicos deseos de verdad...
ResponderEliminarJesús, no es que no te hayamos entendido -¿qué diablos se supone que hay que entender en la interpelación "¿y si leemos Masa y Poder de Elias Canetti?"); es sólo que antes que volver a leer Masa y Poder prefiero que me arranquen el higado usando una cucharilla de helados y que lo me cocienen, aun a medio extraer, a la lumbre de una cazuelita de barro. Vamos, que no, que menudo tostón. Sin embargo daría lo que fuera por gustar de la empanada económica que Joaquín se ofrece a recalentarnos al microondas de sus lecturas de los tres últimos años. Aunque el Fedro también está muy chulo.
ResponderEliminar¡Empanada la que yo haría con algunos cerebros ninfómanos! Como estoy de buenas, citaré a mi querido amigo Elías: "La organización del tiempo regula todas las actividades de los hombres, podría decirse que es el más eminente atributo de toda dominación". ¡Ole y ole!¡Ole los tíos con arte!, ¡échale guindas al pavooo que yo me enrefollo a las pavas!, tarariroriero, tarariro tarariro tararioriero...
ResponderEliminarDespúes de la deriva soez y sexista que está tomando nuestro blog, especialmente a raíz de la invasión -no se me ocurre otra palabra para denominarla- de Jesús, me da a mí que Pachi se ha asustado y se está pensando muy, pero que muy mucho volver a compartir con nosotros sus inquietudes y gustos. Estarás orgulloso de ti mismo, Jesús. Buen monte Calvario y buena crucifixión te daba yo...
ResponderEliminarVeréis, amigos, lo que en realidad quiere Jesús decirnos con su propuesta de Canetti es que hay que ganarse el derecho al desbarre demostrando antes que se puede argumentar con seriedad, pulcritud y fruición. En eso estamos de acuerdo. Y también en que sería interesante que Joaquín nos hablara de la crisis desde una perspectiva económica. A mí me gusta la perspectiva, más que nada porque imagino que para Jesús la crisis económica es un subproducto de la crisis cultural en tanto que para Joaquín, como buen metodólogo marxista, sería justo al contrario y, entonces, trataría de justificar la crisis axiológica en la economía, es decir, el capitalismo. Y, naturalmente, tengo que confesar que, por lo que a mí toca, me desmarcaré de ambos con una de esas tesis que nadie comparte (soy más chulo que un ocho; lo sé). Pero dicho esto, quisiera defender mi propuesta de debatir el Fedro. No quisiera adelantar acontecimientos, pero Jesús intuye bien cuando dice que a través del Fedro también se puede explicar la crisis. En realidad, estamos ante el texto fundacional de la cosa. Un saludo senil.
ResponderEliminarHola a todos.Queria unirme a la propuesta lanzada, y si se lleva a cabo esa quedada dentro del mes de Octubre, que aun estoy de vacaciones, estaré encantado de acudir.Y como pienso que Platón y sus escritos hace mucho que no tienen el menor viso de validez (excepto como materia de estudio en una clase de historia de la filosofía), me apunto a la otra propuesta, la crisis.Si os parece bien, podré aportar datos y cifras con los que arrojar luz sobre el origen y desarrollo de esta.Y propuestas de solución.un saludo.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=idLNzugVpNU&ab_channel=ErnestoCastro
ResponderEliminarCuriosos, aquí un pavo -Mauricio Beuchot- que propone también una lectura dialéctica de la obra de Nietzsche.
https://elcultural.com/Nietzsche-y-Platon
ResponderEliminarAqui otro pavo -Eugenio Trias- que llama a Nietsche "inmenso filósofo platónico", aunque creo que por razones distintas a las que aquí se sostenían.