Mi intento de colaboración semanal en Letrinas esta vez va a girar en torno a un paseo que espero sea muy agradable, aunque sólo sea visualmente. Pamplona es una ciudad que presume de sus zonas verdes. Sin embargo, mi jardín preferido de toda su comarca está en Noáin. Un pueblo de 6800 habitantes situado a cinco kilómetros de Pamplona y que ha apostado con gran éxito por la jardinería ecológica.
Esa extensa zona verde de 50.000 metros cuadrados es el Jardín de los Sentidos. Está dividido en cinco partes, cada una de las cuales está dedicada a uno de los sentidos. Es uno de los pocos jardines en el que hay carteles que advierten que en una determinada zona no sólo no está prohibido, sino que se aconseja tocar las flores y plantas.
Visualmente es muy llamativo y muy variado. A lo largo de su extensión combina distintos estilos de jardines. En una parte domina el estilo francés con sus líneas rectas. En otra el inglés en el que dominan las curvas y cuyo objetivo es mostrar paisajes naturales. Además de otros tipos, una huerta por ejemplo, también está mi preferido, el jardín japonés. Es una explosión visual de formas y colores, y toda una delicia para el oído, sentido al que está dedicado.
Otro aspecto muy interesante son sus alrededores. El ayuntamiento, al lado del parque, tiene aspecto de edificio futurista. En su tejado hay paneles solares, plantas que lo protegen del sol y del frío en sus paredes exteriores, así como grandes zonas acristaladas que buscan una construcción con criterios bioclimáticos.
El pasado domingo 3 de octubre estuvimos paseando por allí aprovechando una mañana de buen tiempo, a pesar de las nubes, y disfrutando de este pequeño paraíso. Os dejo una selección de fotografías de Sera Martín hechas ese mismo día. Mi consejo es que si podéis en alguna ocasión, no es perdáis la oportunidad de daros una vuelta por el Parque de los Sentidos.
Y esta vez va una cita de J. Churton Collins que trata de los sentidos: la mayoría de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos.
Todas las fotografías son de Sera Martín y fueron realizadas el 3 de octubre de 2010. Todos los derechos están reservados. Aún así, estará encantada en que le escribas un correo electrónico para comentar lo que te apetezca sobre su trabajo.
Todas las fotografías son de Sera Martín y fueron realizadas el 3 de octubre de 2010. Todos los derechos están reservados. Aún así, estará encantada en que le escribas un correo electrónico para comentar lo que te apetezca sobre su trabajo.
Me encanta el jardín japones, lo demás también, pero el japones me fascina. Y si que es bello el lugar. Estaría genial una excursión por Navarra. Y además con el cicerone adecuado.
ResponderEliminarBuen intento de colaboración, casi casi podríamos dejarlo en colobaración plena.
Pues ya sabéis, si en algún momento os acercáis por aquí estaré encantado en hacer de cicerone (a ver si algún día puedo poner unas fotos de una bodega que está en las cercanías de Pamplona con palacio e iglesia incluidas y así os doy un nuevo motivo), y también de architriclinio, que para eso sitios que no están nada mal.
ResponderEliminarY encantado en que me hayáis hecho un hueco en el blog.
Un par de cosas a añadir a lo que escribía ayer. La primera es que a ver si puedo engañar a Sera para que me eche una mano en alguna otra entrada con sus fotografías. Y la segunda, que me dice que si os acercáis por Pamplona, además de al aquí presente, también tendréis a una anfitriona extremeña. En concreto, de Quintana de la Serena.
ResponderEliminarBuena propuesta les vas a hacer a los Letrinos estos, Pachi. Si solo hablan de filosofía..., que si Aristóteles por aquí, que si Kant decía esto por allá, que si vámonos a Holanda a ver ¡la casa de Espinoza! Unos locos fanáticos de la filosofía estos extremeños, y eso que decían que éramos unos palurdos, lo que es seguro es que ellos van a contracorriente.
ResponderEliminarPor lo menos, si nos acercamos a Pamplona nos llevaremos algún queso y una paletilla, aunque seguro que durante el camino se le mete mano y puede que solo quede el hueso...
La visita al jardín tiene que estar bien, pero yo soy mas de bosque y seguro que prefiero irme a la Selva de Irati.
Por variedad que no quede. Lo principal es poder elegir. Y puesto a elegir, lo de las paletillas está bien, pero no le haría ningún asco a una torta de la Serena: menuda delicia.
ResponderEliminarY sí, lo de la selva del Irati está muy bien, aunque hace unos años tuvieron que ponerse serios, porque como suele pasar con esas cosas, empezó a masificarse de un modo muy poco aconsejable. Yo recuerdo haber estado allí de muy crío y comparando con lo que vi al cabo de unos años, llego a la conclusión de que es increíble lo imbéciles que podemos llegar a ser los seres humanos no teniendo cuidado con un sitio en el que supuestamente se va a estar bien y a gusto.
Y te voy a poner los dientes un poco largos: este fin de semana tenemos intención de ir a darnos un garbeo por la zona del Pirineo, en concreto, al pueblo más bonito de Navarra. Ya os iré contando.
Y por cierto, la nota de actualidad cultural, que no falte por aquí. Leo en un periódico que Haruki Murakami está entre los candidatos con muchas opciones al premio Nobel de literatura. A ver si es verdad y se lo dan a uno de mis escritores favoritos, que además es aficionado al jazz.
La zona de Salvatierra del Esla es muy bónita, tuve la suerte de ver entre esos cañones que rodean el río Esla a un Quebrantahuesos. Pero no lo digas que enseguida empiezan los ornitólogos de turno, nada respetuosos con el medio, a hurgar a ver si lo ven ellos.
ResponderEliminarYo la verdad que me suelo callar todos los rincones naturales que conozco, por que si los divulgas, la gente lo estropea rápidamente. Van para allá, ponen su "música" y hacen lo mismo que si estuvieran de botellón en la ciudad. ¿Para eso es necesario ir al campo?
Voy a ver si el Alan me pasa un libro de Murakami.
La torta de la serena ya veremos, ¿no prefieres esos quesos que huelen a pie? Tienen su personalidad...
Este comentario era en respuesta al tercero, pero como soy un poco lento escribiendo...:
ResponderEliminarFijate, como para decir que no. Sería estupendo que se dejara engañar (es imposible engañarlas si ellas no lo desean) y nos obsequiarais también con sus fotografías. Habrá que enviarle un emilio de agradecimiento hablandole de lo bonitas que son sus fotos -que lo son- para ablandarla.
Paco: tampoco me importa nada uno de esos quesos que dicen. A mí me suelen gustar curados y fuertes, así que si en vez de una torta va uno potente, no te diré que no. Y si alguno os acercáis por aquí, ya organizaremos alguna excursión, con alguna visita gastronómica incluida.
ResponderEliminarDe Murakami hay publicados bastantes libros en edición de bolsillo, lo que es un alivio para el idem. After Dark es un libro suyo que me encanta: cosas de mi imaginación. A los que os guste la ciencia ficción (que tampoco) o más bien historias fantásticas tipo Matrix (aunque este libro lo escribió bastante antes que la película), os recomiendo El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas.
Alan: el tema de las aportaciones y las fotografías lo estamos negociando. El resultado creo que será positivo. De todos modos los apoyos a la negociación como el que comentas son bienvenidos.
Y al final el Nobel ha ido a Vargas Llosa. El lunes publicábamos la portada de Tomajazz con una entrevista al pianista Mauro Urriza, en la que comentaba que era uno de sus escritores favoritos y que de hecho había puesto el título a algunos de sus temas inspirándose en Vargas Llosa. También hablaba de algunos filósofos. Si lo llego a saber, os habría intentado engañar a algunos de los habituales de por aquí para hacerle una entrevista músico-literato-filosófica y darle un nuevo enfoque a Tomajazz.
¡¡Eh, que os estoy leyendo!!
ResponderEliminarUff, menos mal que has avisado, Sera, porque estaba apunto de rajar de lo lindo...
ResponderEliminarPor cierto, las fotografías son maravillosas y ojalá nos regalaras la vista con muchas más. Ole, que bien hago la pelota (ves, todo esto no lo hubiera dicho de no haber avisado)
Una delicia el parque y las fotos, y la iniciativa del ayuntamiento con el edificio ecológico y en un pueblo de 5.600 habitantes,qué envidia,sana, pero envidia. Hace un año estuve trabajando en la Mancomunidad de Tentudía y descubrí documentándome para diversos proyectos que Navarra era un ejemplo en muchos aspectos del desarrollo rural. La visité hace muchos años, Olite, Pamplona y tengo que volver, volver.
ResponderEliminar...con la frente marchita...
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