¿Por qué estoy frío si hoy hace calor?
Yo iba a ser un gran tío, todo un ganador
¿Será que no es lo mío esta competición?
¿Por qué os reís tanto delante de Dios,
delante de Dios?
Lo he intentado de corazón
Me hubiera encantado lo sabes señor
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
¿Es cierto que no tengo?
Ninguna vocación
Ya es septiembre
y yo no voy a estar
en septiembre
En septiembre
no pienso vendimiar
en septiembre,
septiembre, septiembre,
septiembre, septiembre,
septiembre…
Id a por el pan
que yo no voy a ir
y a por la leche
yo no voy a estar.
Antes de que me echen
prefiero salir,
aunque sea abriendo
la puerta de atrás
la puerta de atrás
Mientras los frailes
vayan a rezar
mientras los bailes
sean sin mí igual
yo besaré a la madre
besaré a la madre
besaré a la madre
que hoy me velará…
Ya es septiembre…
Voy a estrenar
corbata hoy.
Por fin haré algo de verdad
¡Qué feliz soy!
Ya es septiembre
Septiembre
Septiembre
Septiembre
mi último septiembre
En el año 1990 el trío madrileño Los Enemigos publicó La Vida Mata (Gasa). Allí estaba “Septiembre”, un tema cuya letra estaba basada en un caso real, y que contaba la historia de lo que pasaba por la cabeza de un chaval justo en el momento anterior a suicidarse ahorcándose. Han pasado 20 años, pero la combinación de los versos, la voz arrastrada de Josele Santiago y la potencia del trío siguen logrando estremecerme mientras escucho como relatan esta triste historia.
Mi versión favorita de este tema se incluye en el disco en directo Obras Escocidas (1985-2000) (Virgin, 2001). Uno de los motivos es que a esta joya del rock en español le sigue una magnífica versión de "Señora" de Serrat.
La cita de hoy es de Honoré de Balzac: la resignación es un suicidio cotidiano.
No he podido aun escuchar la canción, como casi siempre no me va bien internet. Pero incluso sin la música y la voz, la letra pone la piel de gallina. Y más si caemos en la cuenta de las pocas horas que restan ya para quienes deseen hacer de este septiembre su último septiembre. Que conste, en haras de la corrección política, que opino como Cioran: la vida es una mierda y el suicidio está muy bien, pero tampoco hay porqué darse prisa.
ResponderEliminarPor otra parte, también había quien dejó escrito que nacer es empezar a morir. Así que se puede concluir que el vivir al final es suicidarse por activa, o por pasiva. Sea como fuere, feliz miércoles. Espero que nos sigamos viendo y leyendo en octubre.
ResponderEliminarGrandiosa canción, no solo de jazz vive el hombre, y además esa otra versión de serrat es maravillosa, pero que me dices de la adaptación del poema de lorca 'balad, balad, balad caretas' y de Desde el jergón, y la otra orilla y la cuenta atrás, a Obras escondidas no le sobra practicamente nada a pesar de tener 37 canciones, pocos discos en directo en español son tan contundentes como este y sin caer en colaboraciones de estrellitas mediáticas para aumentar las ventas o acercarse a otro público. Como complemento para conocer bastante bien al grupo se puede recomendar el otro directo que le sigue 'obras escondidas', caras b que a veces superan a los singles. Que pena que después Josele en solitario no haya alcanzado, por lo menos a mi modo de ver, la altura y grandeza de Los enemigos.
ResponderEliminarAh, ese "prácticamente" que se te ha escapado delata la existencia de alguna que otra canción no tan "escogida". Está bien, aunque escuchada por primera vez la música no es exactamente lo que me esperaba atendiendo a la letra. Se me hace un poco bestia -gran categoría musical la que acabo de inventar- para lo delicado del tema. Lo que tampoco es óbice para dejar de subir pdfs al blog. Y David sin aparecer...
ResponderEliminarA mi es que la música rock española no me hace mucho tilín, pero si Juan Luis hace una crítica tan favorable, me confirma que es todo lo contrario a mis gustos.
ResponderEliminarNo es por joer, pero que le vamos a hacer, no me iba a gustar todas las entradas de Pachi...
El directo es un muy buen directo, aunque con alguna canción menos (tampoco demasiadas) hubiera quedado mucho más redondo.
ResponderEliminarEn cuanto a la canción, es lo que comentaba: no es triste o melancólica, y sin embargo mira la historia que están contando. Me gusta mucho ese contraste.
Y sí señor, no sólo de jazz (ni de rock, ni de pop, ni de clásica, ni de world-music, ni de...) vive el hombre. Al menos yo no, aunque una parte muy grande de lo que va para mis oídos es precisamente jazz. Don Coleman... por cierto, hoy he estado escuchando unos directos en el Smalls que están de rechupete. En uno aparece Albert Tootie Heath y en otro ni más ni menos que el batería de Kind Of Blue, tocando temas del guitarrista Peter Bernstein y marcándose una versión de "Delilah" que es una gozada. No sólo de free-jazz/libre improvisación vive este hombre... a ver si con esto te gusta mi entrada...