¿Hasta qué punto no podríamos considerar a la idea del Eterno Retorno nietzscheana como una especie de reflejo invertido en el espejo del Nirvana budista? Allí donde aquel quería disolver al yo y liberarlo definitivamente de la rueda del tiempo, este pretendería reafirmarlo y encadenarlo "in saecula saeculorum" a la corriente temporal. Lo cual vendría a significar otro martillazo más de Nietzsche en toda la cabeza de su "antiguo maestro" Schopenhauer.
-Yo mismo mientras unto de nozilla las mismas galletas fontaneda de siempre-
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