Se lo pedimos y ella ha tenido a bien atender nuestra solicitud; la de compartir con nosotros su traducción libre del conmovedor poema de Kostantín Simonov, Espérame. Desde aquí sólo me resta agradecerle, agradecerte, Yana, la deferencia por hacernos partícipes de tu trabajo y felicitarte por el mismo. Una traducción que recoge toda la belleza que ya le suponíamos al poema, pero que además aporta matices nuevos que sin duda enriquecerá nuestra lectura y comprensión de los versos de Simonov.
Cпасибо.
Espérame, de Kostantín Simonov (traducción de Yana Atanesova)
Espérame y volveré,
pero espérame con todas tus fuerzas.
Cuando la golondrina el nido abandone,
cuando las lluvias torrenciales cesen,
cuando la esperanza de mis seres queridos
desaparezca y ya no me esperen,
cuando todos me den por muerto,
cuando de mi existencia se olviden
y el viento los recuerdos de antaño se los lleve.
Sigue esperándome,
nunca la esperanza pierdas,
pues si no me olvidas nunca
capaz seré de vencer a la muerte,
incluso al destino pienso vencer,
pienso romper a la muerte su ligadura
que a ella con fuerza me une
y hacia tí poder volver.
Aunque cese la llegada de cartas
de parajes desconocidos y lejanos
y el viejo buzón se cubra de telarañas
de tal manera que ya ni te pares a mirarlo,
aunque una lápida me dediquen
y al verla te recorra un dolor amargo,
aunque todos me traigan flores
y en silencio dejen ir el llanto,
tú prisa no te des
para sentarte junto con ellos a una mesa
y para despedirte de mí, ponerte a beber.
Aunque la nieve los caminos cubra,
aunque las flores de frío mueran,
aunque los osos a invernar se pongan
y las tempestades cambien de idea a cualquiera,
aunque todos la esperanza pierdan
no dejes de esperarme,
y por todos los santos del mundo
te prometo que algún día,
tal vez el que menos te esperes,
cuando ya ni sepas lo que es una sonrisa,
cuando de buena mañana despiertes
y la puerta bien temprano abras
para hacia el pozo ir,
a lo lejos, por un camino, me verás venir.
Será entonces cuando verás
que en vano no esperaste
y de tanto haberme podido esperar
haya sido capaz de regresar.
En vano no esperaste tantos años,
en vano no perdiste la esperanza,
en vano no dejaste de amarme,
en vano no te ha dolido el alma,
pues capaz he sido de volver.
Vencí a la muerte en el campo de batalla,
vencí al cruel destino y
vencí en la guerra con honor
y con más alegría aún
regreso hacia tu corazón.
Mientras que con fuerza te abrazo
mientras que con mis cicatrizadas manos
tu larguísima cabellera acaricio,
mientras siento aquel perfume olvidado
y escucho con los ojos cerrados
como dejas ir el llanto,
me alegro de que me hayas esperado,
pues no he vuelto porque sí,
tan solo he vuelto
para la promesa poder cumplir.
Las gracias te doy
mientras miro hermosa sonrisa
y mientras tanto el dolor
que tantos años me retenía
poco a poco se disipa.
Y observo que por el horizonte
los que por muerto me daban,
los que ya no me esperaban,
poco a poco aparecen
y las miradas de algunos
me abren heridas que escuecen,
Todos se acercan sorprendidos
y las esperanzas entre todos crecen.
Algunos no se creen lo que sus ojos les muestran,
otros, abrazos nos dan,
otros, una sonrisa me dedican
y se retiran a su hogar.
Pero a mí sólo tú me importas,
sólo tus palabras llegan a mi alma,
las palabras más hermosas
que me han dicho en estos años sin calma.
Y en silencio me acerco a tu oído
y te digo de corazón:
"Sólo tú fuiste capaz de esperarme,
y por eso he vuelto, mi amor".
Espérame y volveré,
pero espérame con todas tus fuerzas.
Cuando la golondrina el nido abandone,
cuando las lluvias torrenciales cesen,
cuando la esperanza de mis seres queridos
desaparezca y ya no me esperen,
cuando todos me den por muerto,
cuando de mi existencia se olviden
y el viento los recuerdos de antaño se los lleve.
Sigue esperándome,
nunca la esperanza pierdas,
pues si no me olvidas nunca
capaz seré de vencer a la muerte,
incluso al destino pienso vencer,
pienso romper a la muerte su ligadura
que a ella con fuerza me une
y hacia tí poder volver.
Aunque cese la llegada de cartas
de parajes desconocidos y lejanos
y el viejo buzón se cubra de telarañas
de tal manera que ya ni te pares a mirarlo,
aunque una lápida me dediquen
y al verla te recorra un dolor amargo,
aunque todos me traigan flores
y en silencio dejen ir el llanto,
tú prisa no te des
para sentarte junto con ellos a una mesa
y para despedirte de mí, ponerte a beber.
Aunque la nieve los caminos cubra,
aunque las flores de frío mueran,
aunque los osos a invernar se pongan
y las tempestades cambien de idea a cualquiera,
aunque todos la esperanza pierdan
no dejes de esperarme,
y por todos los santos del mundo
te prometo que algún día,
tal vez el que menos te esperes,
cuando ya ni sepas lo que es una sonrisa,
cuando de buena mañana despiertes
y la puerta bien temprano abras
para hacia el pozo ir,
a lo lejos, por un camino, me verás venir.
Será entonces cuando verás
que en vano no esperaste
y de tanto haberme podido esperar
haya sido capaz de regresar.
En vano no esperaste tantos años,
en vano no perdiste la esperanza,
en vano no dejaste de amarme,
en vano no te ha dolido el alma,
pues capaz he sido de volver.
Vencí a la muerte en el campo de batalla,
vencí al cruel destino y
vencí en la guerra con honor
y con más alegría aún
regreso hacia tu corazón.
Mientras que con fuerza te abrazo
mientras que con mis cicatrizadas manos
tu larguísima cabellera acaricio,
mientras siento aquel perfume olvidado
y escucho con los ojos cerrados
como dejas ir el llanto,
me alegro de que me hayas esperado,
pues no he vuelto porque sí,
tan solo he vuelto
para la promesa poder cumplir.
Las gracias te doy
mientras miro hermosa sonrisa
y mientras tanto el dolor
que tantos años me retenía
poco a poco se disipa.
Y observo que por el horizonte
los que por muerto me daban,
los que ya no me esperaban,
poco a poco aparecen
y las miradas de algunos
me abren heridas que escuecen,
Todos se acercan sorprendidos
y las esperanzas entre todos crecen.
Algunos no se creen lo que sus ojos les muestran,
otros, abrazos nos dan,
otros, una sonrisa me dedican
y se retiran a su hogar.
Pero a mí sólo tú me importas,
sólo tus palabras llegan a mi alma,
las palabras más hermosas
que me han dicho en estos años sin calma.
Y en silencio me acerco a tu oído
y te digo de corazón:
"Sólo tú fuiste capaz de esperarme,
y por eso he vuelto, mi amor".
Bueno, me parece que la traducción libre de nuestra amiga de Letrinas ha hecho que el poema gane y ya de por si tenía fuerza, ahora bastante mas.
ResponderEliminarPor cierto, como tenemos alguna compañera que otra en el Blog, me tomé la libertad de cambiar de Hombres de Letrinas a Nombres de Letrinas. Por si no os habíais dado cuenta, o si lo hubieséis hecho, ya sabéis quién es el culpable.
Bueno, no importa. Ese Hombres era genérico e incluyente, pero da igual, así también queda bien.
ResponderEliminarNo tengo el gusto de conocer a Yana, pero en su traducción se ha destilado una sensibilidad extraordinaria. Mis felicitaciones más sinceras por este magnífico trabajo.
ResponderEliminarPor cierto, Paco, lo que más me fascina de los ahora "Nombres" de Letrinas es que haya un "anónimo". Espero que, con el tiempo, también podamos contar con una anónima.
ResponderEliminarPaco coño, publica la fuente, no!
ResponderEliminarBueno, yo sé perfectamente quién es el "anónimo" y si decidió ponerse ese nick, tendrá sus razones legítimas para hacerlo. Yo prefiero que la gente salga a dar la cara, que sea reconocible. Pero hay gustos para todos.
ResponderEliminarPD: Lo que no entiendo es poner lo de los cheques, los pagarés, las pavas..., a mi entender sobra.
Ah, sí, me lo comentó buendia y no podía estar mas de acuerdo...
ResponderEliminarAnónimo, es tan legítimo como cualquiera de los nombres que aparecen, algunas manifiestan su nombre sin más, y con el sin más no quiero ofenderlos, acaso no se oculta Jesús, Adolfo tras su propio nombre, no es buendía una careta más. Cada cual que se ponga el traje que le salga de los huevos u ovarios u ambos.
ResponderEliminarNo creo que vayan por ahí los tiros de Adolfo (desde luego, desde que te sacastes la licencia de armas no hay quien te soporte). La clave yo no la situaría en anonim- sino en -o. O en aquello que bien podríamos atribuirle a Florentino Pérez: "esta temporada tendremos nombres en lugar de hombres"
ResponderEliminarY lo de las letras y las pavas no se toca. Sin eso no hay Letrinas que valgan. Entiendo Paco que lo de las pavas te pueda resultar un poco molesto, después de todo esa -a femenina resulta excluyente y es muy posible que más de un hombre se siente marginado por ello. Pero aun así debemos ser fuertes y mantenernos firmes en nuestras convicciones. ¡¡¡Vivan las pavas!!!
Sí, de acuerdo, me habeis cogido, suministro sustancias dopantes a to'kiski, pero lo de "las pavas" no es cosa mía.
ResponderEliminarGracias Yana por la traducción que como suele ocurrir en las buenas traducciones ha de ser libre para ser fiel al original, más aún en poesía dónde hay que transmitir no sólo el sentido sino el ritmo. Enhorabuena!!
ResponderEliminar¿No fue extremo derecho del Zenit de San Peterburgo? Simonov... vete a saber.
ResponderEliminarAhora que el poema mola un rato.
Qué preciosidad. Aunque, en general, me encantan los autores rusos. ¿Será el frío? ¿Será el vodka? ¿Será la mezcla de ambas cosas?
ResponderEliminarSerá criatura será, anda vente a pasar unos días en mi castillo de San Petesburgo y allí mezclamos todo lo que tú quieras bella dama.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que acabara aquí mi versión del poema, ha sido una sorpresa agradable =)
ResponderEliminarYana Atanesova.
Y por cierto, es atAnesova, no atEnasova =)
ResponderEliminarCorregido, Yana. Y gracias de nuevo por todo. =b
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