miércoles, 15 de junio de 2011

Karpov-Kasparov, la rivalidad sin fin


Tal vez haya habido jugadores más carismáticos que ellos, un Capablanca, un Fischer o hasta, por qué no, un Tal. Seguramente hubo también campeonatos más cruciales que los suyos, como el que disputaron Fischer y Spassky en 1972, o el que enfrentó a Capablanca y Alehkine en 1927. Pero dudo mucho que haya habido nunca en la historia moderna del ajedrez una rivalidad tan enconada, tan cruel y tan plena de momentos brillantes como la que protagonizaron Karpov y Kasparov a mediados de los 80, en el periodo que se extiende desde 1984 hasta 1990. Fueron nada menos que la friolera de 144 partidas con el reinado del ajedrez en juego repartidas a lo largo y ancho de cinco campeonatos mundiales. Dos jugadores que acapararon talento de sobra como para haber dominado con mano de hierro el ajedrez de su época, para haber marcado cada uno de ellos, por separado, toda una era del juego, y que sin embargo, caprichos del destino, se vieron obligados a compartir un mismo tiempo. El gran damnificado de este azar caprichoso fue sin duda Karpov, cuya carrera quedará ya por siempre a la sombra de la Kasparov, y el gran beneficiado, el ajedrez, pero el ajedrez con mayúsculas -AJEDREZ- que además supo sacar provecho del inmenso tirón mediatico de la rivalidad para ganarse la adhesión y la simpatía de una infinidad de aficionados, como me consta que sucedió en España tras el match de Sevilla en 1987.

El video que voy a recuperar para la ocasión, extraído de las entrañas inagotables de RTVE, corresponde al reportaje que dedicó Informe semanal al primer match entre ambos, el polémico y maratoniano encuentro disputado en Moscú entre 1984 y 1985, que finalmente hubo de ser supendido sin arrojar un vencedor tras el escalofriante registro de 40 tablas en 48 partidas. Y no es que me parezca gran cosa el reportaje, al que se le nota una barbaridad la falta de conocimientos sobre el juego de quienes lo elaboraron -atentos al título: Karpov-Kasparov, el jaque más largo (¿?)- pero poseé el indudable encanto de estar realizado prácticamente en tiempo real, mientras aún estaba en juego el match, capturando admirablemente el ambiente y el sentir de ese momento fundacional de una rivalidad que es ya historia grande del deporte.



Además, para completar, os he selecionado una partida de ese mismo match, la que hacía la número 32, precisamente la primera vez que Kasparov conseguía doblegar a Karpov, tal vez el punto culminante a partir del cual la historia comenzó a virar:






4 comentarios:

  1. Magnífica entrada Alan: el documento me parece una joya.
    Hablando de joyas, los letrineros tenemos mucha suerte de tenerte entre nosotros.
    Un abrazo.

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  2. Bah, ya sabes Krugius que el ajedrez (perder al ajedrez) me aburre (me desespera). Y no creo que sea pa´tanto la cosa; dejémoslo en un diamante en bruto. Modesto que es uno...

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  3. A mi solo por ver a Tal (mi gran ídolo del ajedrez) ya me ha merecido la pena.

    Curioso que digas que no te gusta el ajedrez y si la memoria no me traiciona, las aportaciones del match Grischuk-Gelfand y esta te contradicesn, o mas bien me dan la razón, que te gusta mucho el ajedrez.

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  4. Alan apestas tío, quieres abarcar todos los ámbitos del saber, ya te vale pequeño crápula, tú a tus comics pendejo y deja de joder con la poll@pelota, oye, por cierto, a ver si quedamos algún día para charlar de todo un poco con la banda "el tio julepe" digo Miguele Castillo, ¿no?

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Como no me copies te pego

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