martes, 28 de agosto de 2012

Wilhelm Steinitz: el 1er estratega

Emmanuel Lasker: "Steinitz fue un pensador que merecía sentar cátedra en la universidad. No era un jugador, como el mundo creía. Su temperamento estudioso hacía que eso fuera imposible. Fue vencido por un jugador y al final poco valorado por el mundo, murió".

Wilhelm Steinitz  nació en Praga el 14 de Mayo de 1836, en el ghetto de la ciudad, en una familia humilde de comerciantes ferreteros. Aprendió a jugar al ajedrez viendo jugar a su padre. Logró terminar los estudios secundarios y después se deplazó a Viena para seguir con su educación. Esa ciudad tenía tradición ajedrecística, y el joven Wilhelm se pasaba las tardes en un pequeño café apostando al ajedrez para sacarse un sueldo.

Terminó por dejar los estudios de ingeniería y en poco tiempo se convirtió en el jugador mas fuerte de la ciudad. La Sociedad Ajedrecística Vienesa le envió en representación para participar en uno de los torneos que se hacían en Londres el año 1862, él tenía 26 años y su debut internacional no fue nada malo, al terminar en 6ª posición. El propio Adolf Anderssen calificó a Steinitz como la mayor promesa del ajedrez de ataque, gracias a su espectacular victoria sobre Mongredien.

Paul Morphy tras su exitosa gira por Europa durante los años 1857-1859, dejó el ajedrez en activo, pero Steinitz tenía un buen referente a quien seguir y si quería tener un duelo con el americano, antes debería de batir a Anderssen. Y eso ocurrió tras llegar a un acuerdo con los organizadores ingleses, en el año 1866, sería vencedor del match el que obtuviese 8 victorias, curiosamente, en este match no hubo ninguna partida que terminase en empate.

Veamos que pasó en la 13ª partida, la cual he elegido por que aquí Steinitz empieza a olvidar los gambitos, y a pesar de ser una apertura española, tiene un modelo de ataque muy parecido a la defensa india de rey, movilizando los peones del flanco de rey y montando un ataque fantástico.




Después del duelo y la victoria contra Anderssen por 8-6, quedó claro quien era el aspirante a jugar un match contra Morphy, pero el norte-americano no se dio por aludido. En la década de los setenta siguieron habiendo duelos entre Anderssen y Steinitz, pero poco a poco, Wilhelm fue demostrando tener un conocimiento más profundo del juego, aunque todavía le picaba la curiodisad por ciertos gambitos, como este que él mismo inventó en la apertura Bird, todo un ejemplo de "rey fuerte" en el centro del tablero.


En el año 1872 a la vez de que había trasladado su residencia a Londres, tuvo la oferta del periódico The Field para escribir una columna diaria sobre ajedrez, esto le dio estabilidad financiera y ya no era necesario jugar al ajedrez por necesidad, a la vez que se podía dedicar mas a la reflexión sobre la estrategia del juego defensivo del ajedrez. Este tiempo, lo aprovecharon sus rivales para elevar su nivel de juego, y aparecieron nuevas promesas, como el protegido de Anderssen:  Johannes Zukertort, que iba ganando torneos por donde pasaba y con partidas espectaculares que llamaban la atención de los aficionados. La victoria en el torneo de Londres de 1883 con 22 puntos de 26 posibles y por delante de Steinitz en 3 puntos, fue algo muy llamativo, y el aficionado empezaba a preguntarse quien era realmente el mejor jugador del mundo. Para que encima hubiese mayor rivalidad entre estos dos jugadores, el director de The Field le propuso a Zukertort hacerse cargo de la columna de ajedrez...

Tras largas negociaciones, por fin se pusieron de acuerdo en disputar un Match y que ahora sí, oficialmente, el vencedor sería considerado el campeón mundial de ajedrez. Fue en el año 1886, en varias ciudades de Estados Unidos, el encuentro empezó con victoria de Steinitz, pero Zukertort se impuso en las 4 partidas siguientes; y tras 9 partidas el resultado era de 4 victoiras para cada uno  y un empate. Pero el cansancio fue haciendo más mella en el jugador mas joven y la impotencia de no saber por donde atacar a Steinitz que siempre se anticipaba a los ataques de Johannes, hizo que este acabase frustrado.

Más adelante se enfrentaría a Mijail Chigorin,  en La Habana, pero a pesar de ser un buen rival, el nivel de destreza defensiva que había adquirido Steinitz era increíble y los contrataques feroces, donde Chigorin que ya había agotado sus fuerzas, no podía hacer nada, con eso las derrotas se acumularon una tras otra siendo el resultado final de 10,5-6,5. 

El siguiente rival fue Isidor Gunsberg, siendo Gunsberg un jugador menos tentado por los sacrificios espectaculares, obtuvo un resultado más ajustado, pero no lo suficiente como para optar a la victoria, siendo finalmente derrotado por 10,5-8,5.

Nuevamente Chigorin consiguió retar a Steinitz, de blancas, el ruso jugaba siempre el gambito Evans, Steinitz elegía siempre una variante dudosísima, con la que lo pasaba realmente mal, en la mayoría de las ocasiones perdía Steinitz, pero fue mejorando la variante con el paso de las partidas, y el encuentro se fue igualando. Además, él con las blancas también obtenía resultados notables, con la apertura de 1. Cf3 y con lo que evitaba el juego impetuoso de Chigorin. La derrota en la 20ª partida por parte de Chigorin, cuando iba por delante del mach con un punto de ventaja, y literalmente dejarse dar mate en una jugada, con la partida completamente ganada, supuso un durísimo golpe al aspirante que ya no levantó cabeza en el resto del match.

Dos años después, sin embargo, el veterano Steinitz, harto de esperar a Siegbert Tarrasch a que se decidiese a retarle, aceptó la propuesta del Dr. Lasker, quien había obtenido victorias de manera regular en los últimos años. El principio del encuentro fue igualado, y tras 6 partidas disputadas, iban empatados a 3 puntos. Pero en ese momento Lasker consiguió 5 victorias consecutivas que rompieron la moral de Steinitz. Y aquí terminó la carrera de Steinitz como campeón mundial de ajedrez.

Dos años despues, Lasker le propuso la opción de resarcirse del triste resultado del encuentro anterior, pero esta vez fue aún peor y Lasker venció cómodamente por 12,5-4,5.
Para rematar esta entrada, pondremos su última victoria que mereció un premio especial en el año 1895, por la combinación tan vistosa que le hizo al jugador Von Bardeleben.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho el artículo, muy currado y con excelentes partidas. Sí llama la atención lo tarde que abandonan sus rivales, se ve que en ese tiempo se daba por hecho que el que tenía la ventaja estaba mal visto que la impusiera técnicamente, y tenía que ejecutar algún sacrificio que rematara espectacularmente la partida; y, claro, siempre hay alguna esperanza de que el sacrificio no estuviera bien calculado.

    Sobre el match con Chigorin, recuerdo la anécdota que refería una entrevista que Steinitz concedió a un periodista cuando acabó el match. Le preguntaron si le preocupaba el hecho de que el público prefiriese el estilo brillante de Chigorin, asumiendo grandes riesgos y con sacrificios de piezas en casi todas las partidas disputadas. Steinitz contestó algo así: Verá, es cierto que Chigorin sacrificaba material en muchas de nuestras partidas; pero no menos cierto es que yo, en ocasiones, he sacrificado partidas enteras.

    Un placer seguir esta serie; espero próximas entregas.

    Adolfo

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  2. Que tiempos aquellos en los que las partidas de ajedrez eran todo un espectáculo: la expresión genúina del enfrentamiento de dos egos que querían prevalecer a toda costa sobre el rival. Ahora son tablas sin salir de la apertura y si alguna lucha escenifican será si acaso la de los equipos de analistas y sus programas informáticos, todos aterrados ante la posibilidad de la derrota. Y como sea que entre ganar y peder no hay tercio excluso, que diría aquel, pues así nos va. Menudo pestiño de campeonato del mundo nos tragamos...

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  3. Steinitz es un personaje que da para escribir muchísimo, lo que pasa que no quería alargarlo mucho, y, tambien es mejor poner la partida de Von Bardeleben, que narrar los últimos años de su vida, pobre hasta la médula y con la cabeza ida.
    Es una pena, que alguien tan importante para el ajedrez, no tenga el reconocimiento que se le debiera.

    El no abandonar las partidas, y esperar a que el otro te dé mate, yo tampoco lo veo tan mal, además, es el culmen a toda la partida: acorralé a tu rey.

    La anécdota de Steinitz con Chigorin te la he dejado, Adolfo, la recordé, pero estaba seguro de que la ibas a añadir en un comentario.

    Pedro, comparar cualquier match con el que vivimos esta primavera en Letrinas, deja en evidencia que la progresión en el ajedrez no es tal, y en mi opinión es una involución. Nadie sabe si están pensando o memorizando variantes. Y estoy de acuerdo con lo que comentas, los analistas deberían de estar aterrados ante la bronca que le podían echar si una variante se resquebrajaba por cualquier motivo. Es mas, si recordamos un poco, el día que a Gelfand le da por improvisar, resulta que mete un pifiazo del copón y es que como no está acostumbrado a pensar por si mismo...

    La serie seguirá, Adolfo y Pedro.

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  4. Por cierto, se está jugando estos días la Olimpiada de Ajedez en Estambul, tenemos a nuestro amigo Manuel Pérez Candelario jugando, y hoy mismo está defendiendo el 4º tablero ante los bielorrusos.
    Os dejo el enlace para poder ver las partidas de los jugadores hispanos.
    http://www.chessolympiadistanbul.com/livegames/

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