martes, 21 de agosto de 2012

Música Clásica, 2ª Serie. (XVII) Mendelssohn




Siendo Goethe un anciano, consintió en recibir en su casa a un niño de doce años ante la insistencia de su maestro en composición. Quería saber Zelter, que así se llamaba el mentor del jovencito, si su amigo el poeta, poco dado a la adulación ajena y menos al desconcierto propio como era notorio por su bien ganada reputación, consideraría a su alumno, de precoz e inconcebible talento, un émulo de Mozart, pues era el caso que Goethe había tenido la oportunidad de escuchar al genio salzburgués cuando éste contaba siete años. Tras escucharle al piano, no tuvo reparo en contestar que la cosa no era comparable en absoluto; había ahí, en la ejecución  a la que acaba de asistir, una compacidad reflexiva que trascendía el milagro a que podía aspirar el niño más virtuoso. 

Con esta anécdota, que es verídica, podemos hacernos una idea del genio de Felix Mendelssohn. La familia de Mendelssohn se codeaba con la crema de la intelectualidad de su tiempo. Muy inclinados al arte, la literatura y la filosofía, procuraron que Felix tuviera acceso a una educación de calidad superior, tan exigente como la que su talento precoz pudiera demandar. Entre las personalidades ilustres en las que buscó instrucción se encuentra el filósofo alemán Hegel, a cuyos cursos de estética asistió. En el terreno estrictamente musical poco podían sus maestros enseñarle, tal vez por eso Mendelssohn comenzó a interesarse por maestros del pasado, poniéndolos en valor y rescatándolos del olvido. Así lo hizo, por ejemplo, con Bach y su Pasión según san Mateo, que no se representaba desde la muerte del Cantor en 1750, pero que Mendelssohn arregló y dirigió en Berlín, en marzo de 1829. Puede que ese suceso estuviera también relacionado con su arraigo en Leipzig, ciudad en la que estableció una escuela de música superior. Por la misma conjetura se podría explicar su esfuerzo por la publicación de una edición crítica de los oratorios de Händel en sus prolongadas estancias en Gran Bretaña. 

Comparada con la de Liszt o Berlioz, la música de Mendelssohn podría parecer conservadora; así se lo reprocharon en vida algunos de sus colegas y así lo han estimado, también, influyentes críticos de nuestro tiempo, llegando a calificarle como el último compositor del clasicismo; sin embargo, en su clasicismo no sólo podemos apreciar la continuación natural de los grandes maestros del pasado, sino también una impronta peculiar que hace de su arte algo único. 

Esta noche escucharemos dos piezas de excelencia incontestable. Para empezar, el Concierto para piano y orquesta, nº 1, op. 25, tocado por la fascinante pianista Yuja Wang -por la que siento hace tiempo una gran admiración intelectual- y dirigido por Kurt Masur con la Verbier Festival Orchestra. Son sus movimientos ligados, 1. Molto allegro con fuoco (en Sol menor) 2. Andante (en Mi mayor) y 3. Presto - Molto allegro e vivace (en Sol mayor). Terminaremos con su Trío para piano, violín y violonchelo, en Re menor, op. 49, pieza magistral que fue estrenada por el mismo Mendelssohn y mereció los elogios de Schumann, quien dijo sobre la misma que era el Trío magistral de su época, comparándolo con los de Beethoven y Schubert. Son sus intérpretes para la ocasión Lang Lang al piano, Andreas Röhn en el violín y Sebastian Klinger al violonchelo.

Buenas noches, sueño de una noche de verano.



↵ Use original player
YouTube
← Replay
X
i


↵ Use original player
"F. Mendelssohn Bartholdy - ..." Se ha cancelado la cuenta de YouTube asociada a este vídeo debido a varias notificaciones de terceros de infracción de los derechos de copyright.

10 comentarios:

  1. Todo un lujo levantarse cada mañana y encontrarse puesto a la mesa el desayuno musical. Y no tan sólo por la música, magnifica como siempre, además la Lang Lang -¿pariente de Fritz?- está de bastante buen ver...

    ResponderEliminar
  2. Lang Lang no es un pianista que me entusiasme, si lo escogí fue por no encontrar en el Tubo ninguna otra versión compacta del trío que tuviera calidad. Para los curiosos, la versión de los hermanos Chung, The Chug trio, no tiene nada de chunga y es de lo mejor que se puede encontrar con buena calidad de sonido en la grabación. Es una pasada también la versión de Martha Argerich y los hermanos Capuçon, Renaud y Gautier, en EMI. De las históricas, la de Heifetz, Piatigorsky y Rubinstein es imprescindible, en el sello RCA VICTOR. Se pueden encontrar las tres en Spotify.

    Por lo demás, la versión de Yuja Wang del concierto para piano es una maravilla; aunque la competencia es abrumadora. A pesar de ello, confieso que por Yuja siento una extraña afinidad espiritual; es algo "mú" grande.

    No sé si Lang Lang es pariente de Fritz Fritz Lang; sospecho que no, pero que eso no haga decaer tu admiración hacia él.

    Celebro que te gusten las piezas.

    Adolfo

    ResponderEliminar
  3. No sé, me faltan muchas horas de vuelo para poder hilar tan fino. Escucho, además de mirarla, a la Lang y no me parece que lo haga muy mal, pero sí, supongo que es como todo, hay grados, niveles, categorias y divisiones. Y después está la NBA y el Dream Team, que aquello es ya un mundo aparte. Cuando subi el fragmento de Vivaldi intenté informarme sobre interpretaciones más o menos destacadas de las cuatro estaciones, no fuera a ser que subiera alguna bazofía, y la verdad es que incluso para el oído poco o nada acostumbrado se hacen patentes las diferencias entre unas interpretaciones y otras, aunque no sería capaz de decir cuáles son mejores y cuáles peores y menos aún por qué. Si acaso cuáles me llaman más la atención, pero tampoco me pidas que lo justifique razonablemente.

    ResponderEliminar
  4. De eso se trata, de lo que más nos llama la atención. Y sobre gustos no se ha dejado de escribir.

    Adolfo

    ResponderEliminar
  5. Vaya, veo que he intercambiado nombres. Todo lo dicho sobre la Lang -menos la mención a Fritz- estaba referido a la Wang, de la que comparto contigo la admiración intelectual. Lo juro por el niño Jesús -Lozano-.

    ResponderEliminar
  6. Con respecto a la de Heifetz, Piatigorsky y Rubinstein, veo en el tubo algunos videos, pero no sé sí es la misma a la que te refieres o es otra o las has descartado por su brevedad o por su excesiva duración o por lo que sea:

    http://www.youtube.com/watch?v=vL2ftX-xC4w

    http://www.youtube.com/watch?v=ut8dr4W2x4Q

    http://www.youtube.com/watch?v=hdi50VnkwBo&feature=related

    ResponderEliminar
  7. Sí, eso me parecía. ¿Cuando hablabas de Friz te referías a Lang o al Fritz Chess, del que Lang, no Fritz sino Lang, se dice que es aficionado?

    Adolfo

    ResponderEliminar
  8. Descarté la versión del Tubo porque no está el cuarto movimiento. Pero gracias por poner los enlaces, merece la pena escuchar esta versión. Por cierto, en uno de los ensayos Heifetz se enfadó y se fue de la casa de Rubinstein, que es donde está filmada la cosa. Al poco rato volvió y Rubinstein le dijo: no te preocupes yo no me marcharé porque estoy en mi casa.

    Adolfo

    ResponderEliminar
  9. En verdad me refería al gato Fritz, de Robert Crumb. Lo veo con su esmoquin blanco y me da cierto aire a minino.

    ResponderEliminar
  10. jajajaja, pues es verdad, es clavado al Fritz de Crumb!

    Adolfo

    ResponderEliminar

Como no me copies te pego

Reservado todos los derechos a los lectores, que podrán copiar, manipular, alterar y hasta leer todos los textos de este blog. Eso sí, se agradecería que mencionaran de dónde diablos han sacado el juguetito.