Mis primeras brazadas las di con unos dos años, en la escuela de verano de natación para bebés, a la que iba acompañado, alternativamente, por mi padre o mi madre que me mantenían a flote mientras pegaba guantazos, sonriendo, al agua.
Pero, según me cuentan, mi primer día fue de lloros. ¡Quién me iba a decir que, aquella experiencia tan desagradable, se terminaría convirtiendo en una de mis pasiones, junto al fútbol y las chicas!
Mi primera monitora fue Juani, con la que, unos años después, volvería a coincidir en la climatizada. Primero en la escuela y luego, ya, federado.
Juani, en mi segundo día, se quedó muy asombrada de mi cambio, porque viendo como disfrutaba remojándome le preguntó a mi padre: - Pero, ...¿éste es José Luis? ¿El que ayer no paraba de llorar?
Ahora, solemos compartir autobús a las competiciones, aunque también recuerdo que ella me acompañó a Mérida, una de las veces que he tenido un control del Petecnat, contándome brazadas y metros.
Anda que no lo tienes bien enseñado al niño ni na: natación, fútbol y mujeres. Menudo par de golfos los dos, el padre y el hijo...
ResponderEliminarUn saludo intermitente.
Otro para ti, Alan. Pero que sea lo más continuo posible.
ResponderEliminarASTUPENDO, por el show de Krugius and son, JL&JL
ResponderEliminarExijo una foto de JL de enano!!!! con sus dos añitos!!
ResponderEliminarCuquibesos con sonrisas.
El día que me compre un escáner pa las fotos antiguas lo vais a flipar. Debo de tener vídeos del momento, pero hay que digitalizarlos, porque son de cuando las cámaras iban a manubrio. Tiempo al time! Krugius.
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