Vaya, quién lo diría... la de años que nos pasamos preguntándonos cuándo demonios entrevistaría Fernando Sánchez Dragó a Mario Vargas Llosa, y fijaté por donde, resulta que ya lo había entrevistado... Lo cual tampoco le excusa en el fondo, porque bien podría haberlo hecho en más ocasiones, córcholis. Menos mal que para eso está el internet -entre otras muchas cosas, por supuesto, como improvisar campañas electorales paralelas-: para rescatar del olvido todos esos momentos que ya no se perderán como lágrimas en la lluvia (te jodes Nexus 6). Desde luego, qué sería de nosotros sin él, Ángeles González...
La entrevista data de 1997 y tiene por eje central la publicación, entonces reciente, de Los cuadernos de Don Rigoberto, novela que a mí no es que me entusiasme demasiado, pero que con todo no le resta ni un ápice de interés a las palabras de Don Mario ni a las preguntas del Dragó (¿se notará a quién sigo admirando y a quién no?
La entrevista data de 1997 y tiene por eje central la publicación, entonces reciente, de Los cuadernos de Don Rigoberto, novela que a mí no es que me entusiasme demasiado, pero que con todo no le resta ni un ápice de interés a las palabras de Don Mario ni a las preguntas del Dragó (¿se notará a quién sigo admirando y a quién no?
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