No tuvo maestros pianistas y, sin embargo, desarrolló un estilo personal muy por encima del mecánico virtuosismo, pleno de matices, contrastes y sutilezas que conforman un mundo propio que no es imitación de ninguna otra cosa. Tuvo por influencias a Bach y Mozart, y sobre esos bastiones erigió su obra. Frédéric Chopin murió a los 39 años, dejándonos un legado inagotable. Mendelssohn dijo de él que hacía con el piano lo que Paganini con el violín; aunque pensamos que tal juicio no hace del todo justicia al polaco. Tocó con Liszt y se codeó con la crema de la intelectualidad y la aristocracia de su tiempo. Odiaba tocar para grandes masas y se ganó la vida componiendo y dando lecciones. George Sand, con quien mantuvo 8 años de convivencia, lo tuvo por frágil y delicado; a juzgar por los acontecimientos posteriores a su ruptura, se evidenciaría que la insigne escritora nunca llegó a conocer bien a Chopin.
Me habría gustado estampar aquí su concierto nº2 en Fa menor, que en realidad fue el primero que compuso, con un bello Larghetto, inspirado en su primer amor de juventud. Pero no he encontrado ninguna versión de Arturo Benedetti Michelangeli, el mejor intérprete de Chopin.
Curiosamente, Michelangeli es la contrapartida de Gould, otro genio del piano. Mientras que el canadiense opinaba que la música necesitaba de los estudios de grabación para alcanzar la perfección, el italiano a duras penas fue convencido para que nos dejara registros sonoros de sus interpretaciones, que, cuando se producían, lo eran siempre en directo, sin apaño posterior. Su finísimo oído, capaz de detectar hasta el desafinado de un semitono le llevó a suspender algunos de sus conciertos, alegando que el instrumento no estaba en condiciones de ser tocado. Pesadilla para los empresarios, motivo de admiración para los aficionados.
Os dejo con dos piezas: El Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante, primero; y, segundo, la Mazurca, Op. 68, nº 2. Espero que degustéis con agrado estos platos exquisitos.
Buenas noches, buen apetito.
Me habría gustado estampar aquí su concierto nº2 en Fa menor, que en realidad fue el primero que compuso, con un bello Larghetto, inspirado en su primer amor de juventud. Pero no he encontrado ninguna versión de Arturo Benedetti Michelangeli, el mejor intérprete de Chopin.
Curiosamente, Michelangeli es la contrapartida de Gould, otro genio del piano. Mientras que el canadiense opinaba que la música necesitaba de los estudios de grabación para alcanzar la perfección, el italiano a duras penas fue convencido para que nos dejara registros sonoros de sus interpretaciones, que, cuando se producían, lo eran siempre en directo, sin apaño posterior. Su finísimo oído, capaz de detectar hasta el desafinado de un semitono le llevó a suspender algunos de sus conciertos, alegando que el instrumento no estaba en condiciones de ser tocado. Pesadilla para los empresarios, motivo de admiración para los aficionados.
Os dejo con dos piezas: El Andante Spianato y Gran Polonesa Brillante, primero; y, segundo, la Mazurca, Op. 68, nº 2. Espero que degustéis con agrado estos platos exquisitos.
Buenas noches, buen apetito.
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Hola Adolfo, me están gustando tus sugerencias musicales (ha llegado con un año de retraso..., pero bueno, es lo de menos) perono es la 1ª vez que leo que no encuentras lo que buscas, así que nos pones otra cosa, que no es lo que quieres, pero que también es bueno...
ResponderEliminarA ver, no digo yo que esté mal, pero hay mas alternativas que el Youtube, y si hay no están, pues puedes buscar en Goear.com, tal vez en grooveshark.com, o sino en spotify.com, y si después de eso, no lo encuentras, pues si lo tienes tú, lo puedes subir a cualquiera de esos sitios, hay que echar un tiempecillo, pero se consigue y por fin, tendremos lo que a ti te gusta y nosotros podremos oirlo también.
Gracias de todas formas por tu esfuerzo por compartir tus conocimientos musicales.
Me alegra saber que a un tipo de gustos tan exquisitos y sofisticados como tú, corrompido de jazz hasta la médula, le gustan mis sugerencias. Tienes razón, me limito al Tubo por comodidad. No suelo echar más de 20 minutos en buscar, escribir y editar las entradas, que hago con mucho gusto pero de manera desenfadada, y me gustaría que siguiera siendo así. De otro modo me agobiaría y sería menos divertido. De todas formas, gracias por las sugerencias de sitios, puede que eche un vistazo. Cuando acabe la serie de sugerencias, que tengo pensado que sean 30, esporádicamente publicaré alguna cosa sobre música clásica y le echaré tiempo y estará más cuidado, aunque no sé si al final no dejará de ser un pestiño, pero bueno, eso ya es harina de otro costal.
ResponderEliminarEs cierto, Adolfo, que cuando uno se especializa en un estilo musical concreto: Tú la Clásica, "El Abogaíno" el Flamenco, yo el Jazz... Jesús el teatro... (bueno, eso no es música, pero me da lo mismo), acaba uno por apreciar cosas que al oido del oyente común le parecen pestiños insoportables. Entonces uno no sabe si ha educado su oido, o simplemente se ha acostumbrado a una música que en principio parece inaudible, son en muchos casos sonidos extraños, y tiene uno que hacer virguerías para encontrarle sentido a esa música. Claro, es difícil, pero a fin de cuentas, si le encuentras ese sentido, te das cuenta de que esa música, es la hostia tambien.
ResponderEliminarBueno, buscaré las alternativas de Chopin para ver si las puedo poner en los comentarios. No te vayas a cansar y nos quites de estas entradas, malandrín.
A ver que tal este link [url]http://grooveshark.com/s/Piano+Concerto+No+2+In+F+Minor+Op+21+Ii+Larghetto/2MzmhZ?src=5[/url] aunque está interpretado al piano, solo por Arthur Rubinstein.
ResponderEliminarNo, mira, yo no me especializo en nada. El único especialista en clásica que tenemos es el jesusete, pero ese pájaro prefiere escuchar a Scriabin interpretado por Evgeny Kissin antes que tener que tragarse una recomendación que tuviera a Sting por protagonista. A mi lo que me mola de verdad es la buena música, como la que hacía por ejemplo Siniestro Total: "Nocilla, ¡qué merendila!". Lo demás son concesiones que no responden a otra cosa que a un cierto y creciente interés sociológico. Pero gracias.
ResponderEliminarAh, vi la caja de Billie Holiday, pero es lo que me pasaste. Thanks.
El de Rubinstein está muy bien. Es que Rubinstein siempre está bien. Disfrútalo, es muy bonito.
ResponderEliminarPara mí, a día de hoy, entre Siniestro Total y Sting, sin ninguna duda elijo a los Siniestro.
ResponderEliminarHombre, eso de que tú no te especializas en nada, se lo diras a la Loly y a 4 más que no te conocen de ná, pero a mi no me puedes dar el pego. Si cuando tengo alguna duda sobre música clásica, ¡te tengo el número 1 entre mis llamadas rápidas en el móvil!
Anda, recomiéndanos algo de Schoenberg, para que sepan estos Letrineros lo que es el Dodecafonismo del bueno.
¡Turronero!
Vaya tela, Adolfito, cómo me engañas. Menos mal que no me fui a cenar contigo para hablar de no sé qué chelo, habría quedado en ridículo.
ResponderEliminarGracias, Paco, por presumirme avispada, ;)
Loly
VAle, vale, me habéis pillado. Tengo dos chelos amatis y un violín stradivarius en casa con los que practico en la intimidad.
ResponderEliminarA Schoenberg creo que lo voy a dejar fuera en esta serie. Es que me faltan 5 por poner y la cosa está que arde.
Ah, Loly, muy bueno éso que le has dicho al PAco de las avispas; mi padre tenía una vespa con la que ibamos al campo cuando chico, luego se compró un 850 azul. Pero coincido contigo, como la vespa ná.
Adolfo
Schoenberg era gilipollas, pasa de él como de la mierda. Satié si que mola, pero en fin, como no creo que esté a la altura exigida, me lo reservo para bisbear yo también. Por cierto, yo también practico en casa con el chelo, en mi caso es chelo fan y poco a poco, a base de muchas constancia y dedicación he conseguido que no se me pegue en los dedos cada dos por tres. Hasta soy capa de cortarlo con los dientes. Esta gauy la música clásica...
ResponderEliminarPero si tu me decías el sábado pasado que no te gustan los violines, ¡Alan!
ResponderEliminarAclarame eso, por que no me cuadra...
La clave está en el número de cuerdas. Contando con los dedos, la única forma en la que conseguí aprender a contar, me sale que el chelofan consta de una o ninguna cuerda. Según lo fino que lo cortes. Sabiendo eso cuadra, hace circulitos y triangula mejor que el barça de guardiola.
ResponderEliminarO.O has dicho gilipollas!
ResponderEliminarOh, perdón, quería decir jilipoyas, ya sabes que la ortografía no es mi fuerte.
ResponderEliminarEstupendo, bisbea una con Satie. Yo intenté hace años aprender a tocar el chelofan pero pronto desistí, excede mis capacidades; tuve que consolarme tocando el violonchelo y el violín. Pero bueno, estoy bien, me llevó años pero ya tengo asumidas mis limitaciones. Por cierto, y tan cierto, que Schoenberg no sé si era o no gilipollas pero su música es magnífica. Puede que al final lo ponga, lo veo casi necesario... (jajajajaja)
ResponderEliminarSe hice jilipó o o yas. http://www.goear.com/listen/c70a0f8/marieta-javier-krahe
ResponderEliminaraunque no está tan claro en Brassens http://www.zappinternet.com/video/ligYbaMfaC/
Celos amatis al violín stradivarius??? ¿es un chiste?
Loly
Que malos son los celos. A cierta edad uno/a ya debería haber superado esas cosas... Y dicho lo cual, prefiero la hoguera la hoguera la hoguera. Sobre todo para Schoenberg y su música de gramola de a 10 centavos la pieza.
ResponderEliminar¿No os parece una gilipollez discutir sobre la gilipollez? En fin...
ResponderEliminarAh, Alan, que sepas que el kung fú de Schoenberg es muy bueno; ser mejor que el de Satie.
Y Adolfo irá al pilón -como el pelma de don Simón- si lo deja en 30.
ResponderEliminarQue siga, que siga, eh, eh. Que haga otra lista de 30 por lo menos, aunque incluya a Schönberg, Weber, y Berg.
(Conste que se me ocurren muchas más bobadas, pero no vaya a ser yo la que acabe en el lugar referido, callo).
Loly
No anónimo, la gilipollez es un tema lo suficientemente serio, por abundante y repetida, como para exigir una meditación detenida. Por otra parte, el kung fú está muerto desde que a David Carradine se le ocurrió atarse una cuerda al cuello, otra a los genitales y ambas al armario, así que no hay nada que temer.
ResponderEliminarDi que sí Loly, hacer una lista y no llegar al millón es tontería. Además hay tantos nombres y tanta música por explorar: Contini, Asper-Ijeh, Sudic, Mitrovic, van den Bergh o el experimental Arveladze. Sería una desastre y una descortesía por su parte que abandonara cuando apenas ha empezado.
Gracias por vuestro interés, a pesar de que mi nivel no alcance a tocar el chelofan. Seguiré por aquí, aunque acabe la serie de 30. Publicaré de vez en cuando, que me lo estoy pasando muy bien. Pero oye, Loly, ¿por qué no publicas tú también? Nos encantaría.
ResponderEliminarAlan, desconoces las sutilezas del Kung Fú: YYYIIIIIAAAAAAHHHHHHHH!!!!! OOOORRRRIIIIEEEENNNNNNTTTT!!!!!
Adolfo
...Express.
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