viernes, 24 de febrero de 2012

Por los siglos de los siglos



Los que me conocéis bien sabéis que nunca me ha gustado la música; no sólo eso,  la he odiado, la sigo odiando y la odiaré por siempre con todas mis fuerzas. Mas aún, jamás podré entender  qué le véis, o qué le oís, los que os declaráis amantes de esa zorra zalamera que es la música: a vosotros también os he odiado, os odio y os odiaré con todo mi corazón. 

Sin embargo, bien lo sabéis también, me confieso adicto, como Veidt, a todo lo impregnado del sutil aroma de la nostalgia. Tanto que pese a mi odio patológico por la música llevo unos días sumergido de lleno en el estercolero nostalgico-musical del tubo, rebuscando, como un yonki, entre nauseabundos videoclips de los 60, 70, 80 y 90  que palien las dolencias, la fiebre, las convulsiones y los vómitos del síndrome de abstinencia. De ese vergonzoso revolcarme en el barrizal  de mis miserias regreso ahora, además de con el alma llena de mierda hasta los ojos, con un viejo tema entre las manos. 

Por supuesto se trata de una canción a la altura de mis gustos: facilona, sensiblera y más gastada que las recetas del FMI, pero qué queréis que os diga,  en este blog, ante el terrible vacio de vuestra ausencia, no me queda más remedio -estoy condenado a ello- que hacer y deshacer  como me salga de los cojones. Y si no os gusta, ya sabéis: que os den; que os den bien dado; que os den hasta reventar; que os den hasta que os salga por las orejas; que os den, cabrones irresponsables, por los siglos de los siglos... 

Amén.      




2 comentarios:

  1. Buffff, cómo estás, chico. Menos mal que tenemos una ley bastante restrictiva en el tema de las armas automáticas, que si no...

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  2. Bueno, es solo retórica, aunque es verdad que llevo unos días mendigando canciones antiguas como un pordiosero, pero mira, si sirve para que se pique la gente y participe un poco más, pues no me importaría mirar en el mercado negro o en el e-bay, a ver que venden...

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Como no me copies te pego

Reservado todos los derechos a los lectores, que podrán copiar, manipular, alterar y hasta leer todos los textos de este blog. Eso sí, se agradecería que mencionaran de dónde diablos han sacado el juguetito.