El agua, los árboles, las aves y ... el plástico

Vivir en una tierra de campos de labor te hace pensar en la relación que tenemos con la naturaleza, aquí rodeados de viñas (y una gran parte con espalderas) y olivos, quedando en pocas partes zonas donde se siguen plantando cereales. Ver alguna huerta, es casi una misión imposible cuando te das una vuelta por los alrededores de esta localidad.

Porque tampoco es que tengamos en esta zona tan llana muchos ríos, si acaso algún arroyo, que parece que quiere volver a recuperar la administración local plantando árboles en las riberas de estos arroyos y regatos. Nunca es tarde si la dicha es buena...

Hace unos años, tal vez una década, empezamos a notar que el agua del grifo sencillamente era asquerosa, y la gente empezó a cambiar de hábitos, y a comprar agua embotellada para beber, (digo embotellada y no mineral, atentos al dato) y como nuestro ayuntamiento no era capaz de solucionar el problema del sabor del agua, pues la gente seguía comprando y comprando más y más garrafas de agua.
Los políticos intentaron ver qué pasaba con la depuradora, por qué no terminaba de eliminar ese desagradable sabor, y entonces tras varios meses de análisis del agua, y comprobar los filtros, se dieron cuenta de que había ciertos productos químicos que esta depuradora no era capaz de eliminarla y de ahí ese sabor en el agua. Para arreglar ese problema, había que invertir una buena cantidad de dinero en otra depuradora mas moderna.

Y ¿de dónde salían esos productos químicos que llegaban a la depuradora y de allí a nuestro vaso de agua? Fácil de deducir, nuestros agricultores al tener grandes extensiones de monocultivos, suelen sufrir plagas en las vides y olivos, los intentan exterminar con productos venenosos, pero sin tener en cuenta que esos productos, después de las lluvias de primavera y otoño, terminan filtrándose al agua del subsuelo, y desde allí viajan a través de las corrientes hacia los pantanos y, cómo no, su viaje final acaba en el grifo de casa.

Pero, ¿esas plagas no se pueden combatir de otra forma que no sea con productos químicos que al final acabamos bebiéndolos nosotros mismos?

Claro, es tan sencillo como dejar que nuestras aves insectívoras vuelvan a los campos y sigan cumpliendo su función. Pero si se sigue echando veneno a las viñas y olivos, estas aves también acaban envenenadas.

Pero esa función de las aves ¿tan importante es? Y tanto, por ejemplo, llevamos unos años en las que nuestras dehesas se están muriendo poco a poco, parecía algo puntual de Extremadura, pero la seca sigue avanzando por Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla y León. Y es que en nuestros campos ya apenas cantan pájaros, y así los árboles están mas desprotegidos, pues sus sanadores no dejan de ser estos pajarillos insectívoros, que se comen a quienes enferman a estos árboles. Hablamos de aves como: Carboneros, Pinzones, Bisbitas, Lavanderas, Papamoscas, Golondrinas, Trigueros, Escribanos, Herrerillos, Acentores, Ruiseñores o Mirlos entre otras muchas mas especies.
Estas sencillas aves, podrían hacer que nuestras dehesas recuperasen su verdor, su efervescencia natural, y como consecuencia de ello, también nuestro agricultores podían evitarse el gastarse miles de euros en comprarse productos químicos que terminan en nuestro hogar.

Y ¿ya está?
Bueno, pues no, me falta por decir otra cosa; y es que esas botellitas de aguas de plástico que hemos comprado durante años y que seguimos comprando por que son baratísimas, resulta que no se reciclan. Y tú, como consumidor responsable que eres dirás, ¡ja! A Paco se le ha ido la olla, si yo cojo todas mis botellas y garrafas y las meto en el contenedor amarillo de reciclaje y yo ya he cumplido con mi parte. Bien, es cierto, has cumplido con la parte que te corresponde, pero es que a la empresa que embotella el agua, no le sale nada rentable reciclar esas botellas, y ya sabemos que los empresarios están para ganar dinero, no para preocuparse por la naturaleza y cosas absurdas...
A ver, Paco ¿dime entonces donde van a parar todos esos millones de botellas de aguas? Porque son un montón, no pueden desaparecer de la faz de la tierra, así como por arte de magia.
Ay, amigo, el empresario es un tío hábil, y ya ha encontrado el lugar idóneo para ocultar todas esas botellas de plástico, y resulta que es en esa fosa tan, tan honda en mitad del Oceano Pacífico: Fosa de las Marianas de 11.000 metros de profundidad, que será muy difícil que se llene, (por lo menos en la vida del empresario) así que problema resuelto.
Venga ya, ¿eso no puede ser, será una broma, no? Tan real como la vida misma.

Para mí la solución a este problema es a partir de ya y es que hay que dejar de consumir botellas de agua, que la mayoría de ellas ni tan siquiera son minerales, sino que están saneadas parcialmente, o sea, es nuestra misma agua del grifo, pero nos la embotellan, le ponen una etiqueta preciosa, y en el anuncio una chica/o guapa/o y de fondo una montaña blanquísima con mucha nieve. Todo pura imagen.
Haced el favor, seguid consumiendo agua del grifo, pues estoy convencido de que en las depuradoras hay trabajando una buena cantidad de operarios que procuran que nuestra aguas sea mas sana y saludables cada día que pasa. Ah, y mucho más barata, echad cuentas...