Saga of the Swamp Thing: American Gothic, de Alan Moore, Stephen Bissette, John Totleben y varios

Aunque contaba ya a sus espaldas con una obra de la envergadura de Miracleman, y  parte del V de Vendetta, no es hasta su llegada a La cosa del pantano, personaje desahuciado donde los hubiera, cuando Alan Moore comienza a labrarse un nombre en la industria del cómic norteamericano y a ver como le llueven los premios y los reconocimientos. De su paso por la serie  queda la huella indeleble de un puñado de episodios magistrales de la talla de Lección de anatomía o de Ritos de primavera, pero sobre todo  un personaje, John Constantine, que creado a imagen y semejanza de Sting causaría tal impacto en el medio que al correr del tiempo acabaría ganándose serie propia -Hellblazer- y hasta  película hollywodiense (bastante prescindible, todo sea dicho).

El debut de Sting/Constantine tuvo lugar en el número 37 de la edición americana, y marca el inicio del arco argumental más celebrado de la serie, American Gothic, en el que el detective de lo paranormal oficiaría de maestro de ceremonias en el periplo de Swampy por la cara más oscura de Norteamérica. Amparado en los mitos de la literatura gótica,  Moore ofreció con él el inventario nada complaciente de los que a sus ojos, británicos y además hippies,  se le presentaban como los auténticos abismos y horrores de la sociedad norteamericana de los ochenta. Unos horrores donde por supuesto no podía faltar el miedo al conflicto nuclear, la sobreexplotación de los recursos naturales, el racismo, el sexismo, las armas de fuego...  En fin, ya sabéis, los temas típicos de cualquier alcalde de Marinaleda.

Os dejo con American Gothic.

¿Quién imita a quién?

 A.G