No tenía pensado
continuar con mi sección musical tan pronto, de hecho es muy probable que después de esta entrega no la vuelva a retomar por lo menos hasta que empiecen a escasear las aportaciones en el
blog, pero es que a uno le es imposible hacerse el sueco y mantenerse al margen ante tantas
casualidades y tantas coincidencias. Justamente ahora que hablábamos de la imbricación
de lo moderno en lo clásico, o de lo clásico en lo moderno, o de lo que sea, va y resulta que estaba yo tranquilamente viendo ayer una película clásica, una además que toma por tema principal a la eternidad entendida como ese espacio, por llamarlo de alguna manera, en el que pasado presente y futuro se enredan y se confunden en una misma y sola sustancia, cuando de repente comienzan a sonar de fondo los acordes de una melodía que aunque no reconozco al momento me resulta extraordinariamente familiar:
¡Esto no
puede ser -pienso yo de inmediato-, tengo que estar equivocado! La
imagen que se viene a la memoria es la de la cabecera de uno de mis programas favoritos de la infancia. ¿Pero cómo diablos va a ser la misma melodía, si ésta es de finales de los cuarenta y a aquella la tenía yo por el culmen de "la modernez" y la
estética futurista? Pues sí, escucho, hago memoria, me "rebano los sexos" -no lo intentéis en casa, es la mar de doloroso- , y por más
que me niegue a creerlo no cabe ni la sombra de una duda (curiosamente
el protagonista de la película que estoy viendo es el mismo que el del
film de Hitchcock) con respecto a ella. En otro contexto musical, con otros instrumentos y de otra
manera, pero estoy convencido, es la misma melodía:
Intrigado
por el asunto, indago en la red y descubro -es una dramatización de los hechos,
en verdad venía anunciado en los títulos de crédito de la película- que el
autor de la BSO y el de la música del programa infantil no tienen nada en común
salvo que ambos versionaron, como si de un estándar del jazz se tratara, la
misma pieza de un compositor clásico ya referido aquí en la otra serie musical.
Y no deja de resultarme curioso que el tema, que en mi infancía siempre creí traído directamente del futuro, ahora recuperado para el presente a través de una película que habla de lo
intemporal, pertenezca a una composición clásica que se remonta nada menos que al lejano 1888... Ésta, para ser precisos:
Diez puntos de sutura para quien adivine tema, compositor, película, director de la película, actor de la película, actriz de la película, su marido el productor, programa infantil y adaptadores tanto de la BSO como de la cabecera del programa. Tenéis trabajo los que gustáis de estos acertijos.
Recuerdos entrañables y claro de luna.
ResponderEliminarAdolfo
Mucho en lo primero, casi en lo segundo, pero no.
ResponderEliminarArabesque number one
ResponderEliminarLoly
Isao Tomita, El planeta imaginario, Últimos días del planeta Tierra... una pequeña búsqueda y ¿no?
ResponderEliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Isao_Tomita
Loly
No hay primero y segundo, Alan; sólo hacía alusión indirecta al compositor, ¿no te has fijado que la Loly ni lo menciona? He reparado en que citas "La sombra de una duda", película de Hitchcock de principios de los '40 con música de Dimitri Tiomkin; no sé cómo encaja esto en tu múltiple enigma pero tal vez sirva de pista para navegantes más avezados que yo; o para la general confusión, quién sabe.
ResponderEliminarVaya, Loly, Isao Tomita; resulta que también te mola el sushi, el té y las katanas. Menudo peligro.
Adolfo
Amigo Adolfo, creo que AlanMoore citaba indirectamente a Joseph Cotten, a través de Hitchcock, para que reparáramos en William Dieterle, el autor de "Portrait of Jennie", con música de Dimitri Tiomkin, el mismo compositor que el de la película de Hitchcock que has citado. No sé si estaré atinado en estas especulaciones domingueras pero, en cualquier caso, es entrañable volver a recordar a Jennie. Gracias, AlanMoore, por avivar su recuerdo.
ResponderEliminarBonaventure de Fourcroy
joder, macho -y hembra- entre los tres me habéis desmontado el chiringuito en un plis plas. Arabesque nº1 de Claude Debussy, adaptado por Dimitri Tiomkin para "Portrait of Jennie" de William Dieterle, un homenaje más de David O. Selnick -la O., como él mismo confesara, no significaba absolutamente nada, simplemente le otorgaba glamour- a su esposa Jennifer Jones, compartiendo reparto, igual que en Duelo al sol, con Jedediah Leland. El programa, imborrable para los que crecimos con él, es como apunta loly El planeta imaginario y la versión corre efectivamente a cuenta de Isao Tomita, que en día se dedicó a versionar temás clásicos con esta estética futurísta.
ResponderEliminarPues nada, diez puntos de sutura a repartir entre los tres y mi más sincera admiración.
Vaya, Bonaventure, jamás lo hubiera adivinado. Un saludo, viejo amigo.
ResponderEliminarLoly controla, Alan; se las sabe todas.
Adolfo
Estáis hechos los tres unos buenos aguilillas. Por cierto, hablando de Dieterle y por si se diera el muy improbable caso de que no la conocierais, echadle un vistazo a "Satan met a Lady", una adaptación en clave de comedia de "El Halcón Maltes" de Hammett anterior incluso a la de Huston. Muy divertida.
ResponderEliminarLa apunto para un día de cine de verano, Satan met a Lady de William Dieterle. Ya no se me olvida....
EliminarNaaa, no os dejéis engañar, el secreto está en buscar 1888, incuestionable fecha para una Red acusica.
ResponderEliminarLoly
Por lo del turrón.
ResponderEliminarLoly
Qué me vas a contar a mí, Loly, si yo en verdad he fusilado la entrada entera de otro lugar. De hecho ni he visto la película, ni he escuchado la composición clásica ni he tenido nunca infancia...
ResponderEliminarMoore
Acabo de ver "Satan meet a lady"; la película es más bien un vodevil que otra cosa, pero merece la pena verla para apreciar mejor el trabajo de Huston. Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarAdolfo
Sí, es cierto, pero me parece un vodevil muy divertido. En cuanto a lo de apreciar el trabajo de Huston, por lo visto hay otra versión aun más antigua, de 1931, que firma un tal Roy del Ruth. La tengo ya dispuesta para echarle un vistazo esta noche. Ya os contaré que me parece.
ResponderEliminarSí, cuéntanos, tengo curiosidad. ¿De dónde la descargas?
ResponderEliminarComo casi siempre, la información la saco de aquí:
ResponderEliminarhttp://www.filmaffinity.com/es/film159527.html
Y la película, en este caso, de aquí para descarga directa:
http://clasicoynoire.blogspot.com.es/2012/06/maltese-falcon-roy-del-ruth-1931-dvdrip.html
Y de aquí para quien prefiera darle trabajo a la mula:
http://www.divxclasico.com/foro/viewtopic.php?f=1002&t=64144
Ala, Alan, 1880, no quería engañarte y vas y te confiesas. Seguro que nunca fuiste Peter.
ResponderEliminarLoly
Por no ser, Loly, no soy ni humano. Soy un virus informático que se dedica a sabotear blogs haciendo entradas que no interesan a nadie y dejando comentarios con pésimas recomendaciones, todo con tal de hacer daño. En fin, como le corresponde a un virus.
ResponderEliminarDe todas formas no hay engaño posible en 1888, las pistas estaban sabiamente espolvoreadas -modestia aparte- para que quienes gustasen pudieran tirar del hilo y desmadejar el enredo. Los tres lo hicistes con gran pericia, disteis con las respuestas adecuadas y no caben más consideraciones. Seguis teniendo mi admiración y los diez puntos de sutura.
Duarte
;) tuitero o "me gusta" feisbukero -me arriesgo a la excomunión-.
ResponderEliminarLoly
Ni idea, Loly. He buscado esas palabras raras en el María Moliner, incluso en el Autoridades, y ni rastro. Pa´mí que te las has inventado sobre la marcha. Y no tienes por qué ruborizarte si te ganas la excomunión. Aquí, salvo dos, todos estamos excomulgados y condenados a arder en el fuego eterno. De las pocas cosas que nos honran y nos distinguen.
ResponderEliminarUrdiales