"Tupá, el Espíritu Supremo y protector de mi raza, encontróme un día en el medio del bosque florecido. Y me dijo: 'Toma esta caja misteriosa y descubre sus secretos'. Y encerrando en ella todas las avecillas canoras de la floresta y el alma resignada de los vegetales, la abandonó en mis manos. Toméla, obedeciendo el mandato de Tupá, poniéndola bien junto al corazón, abrazado a élla pasé muchas lunas al borde de una fuente. Y una noche Yasy retratada en el líquido cristal, sintiendo la tristeza de mi alma india, diome seis rayos de plata para con ellos descubrir sus arcanos secretos. Y el milagro se operó: Desde el fondo de la caja misteriosa, brotó la sinfonía maravillosa de todas las voces vírgenes de la naturaleza de América." (Mangoré)
Esta declaración de principios o profesión de fe pertenece al paraguayo Agustín Pio Barrios, compositor y guitarrista más conocido por su apodo, Nitsuga Mangoré. La cita está incluida en el libro de notas que acompaña el cedé que tengo a mi lado, titulado The Great Paraguayan, editado por Sony Classical, y grabado por John Willliams en los Air Studios de Londres en 1994.
Sinceramente, creo que sobra cualquier presentación después de la que Mangoré hace de sí mismo.
Esta noche escucharemos dos piezas interpretadas por el mismo Williams, tal vez el virtuoso de la guitarra que con mayor ahínco se ha dedicado a perpetuar la memoria del genio paraguayo. Son dos obras maestras sin paliativos, en la altura, intensidad, brillantez, profundidad y sentido de la emoción que son característicos en el resto de la obra del compositor. De un romanticismo tardío que no habría encontrado su cauce sin declararse a la vez extemporáneo. La primera pieza lleva por título La Catedral, la segunda es la última composición que Mangoré nos dejó antes de morir, a veces referida como Una limosna por el amor de Dios, otras como La última canción.
Buenas noches, hermano de trovadores.
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Pues estoy siguiendo las entregas musicales que de ese modo me amenizan las guardias en la asamblea, y me ha encantado La Catedral de Mangoré, al que ya le seguimos la pista en tiempo. El resto también es un gustazo pero lo de Mangoré me ha cogido de sorpresa. A ver qué más sale de la chistera.
ResponderEliminarPd. Ayer me dijo Paco que Patxi nos va a ofrecer una conferencia jazzística en la fundaçao, a ver si escribe una entrada poniendo los detalles y lo gritamos a los cuatro vientos.
Muy hermosa las dos piezas, aunque a mí, a diferencia del kin, me ha gustado más La última canción. Sin desmerecer en nada a La catedral, por supuesto, pero la segunda es más de las mías...
ResponderEliminarEso Paco, di algo, habrá o no habrá charla y si la hay, cuándo y dónde.
Es agradable sentirse acompañado. Veo que la cuerda pulsada os priva, bueno y tantas cosas más. LAs dos piezas son muy bellas, lo que no es nada extraño porque la inmensa totalidad de piezas que componen su obra también lo es. En el sello Brilliant Classics, que es bueno y barato (también bonito, las cosas como son), han editado varios cedés de Mangoré que son una delicia; lo digo por si os interesa. A ver si os gustan las siguientes propuestas, serán muy variadas.
ResponderEliminarSobre la charla de Patxi, probablemente me la pierda. ¿Podríais grabarla bien grabada o radiarla?, ¿es factible?
Adolfo