La casualidad quiso que Giovanni Bottesini llegara a convertirse en el mejor contrabajista de todos los tiempos. Al parecer, sólo quedaba vacante la plaza de contrabajo cuando ingresó en el Conservatorio de Milán. Habiendo sido su formación hasta ese momento -tenía catorce años- en canto, timbal y violín, tuvo que prepararse en pocas semanas la audición para ser admitido, ¡y la pasó!; en el correr de los años fue Verdi quien le animó a iniciar una carrera como solista por todo mundo, que en poco tiempo le hizo acreedor del sobrenombre de Paganini del Contrabajo. Tocaba con un contrabajo Testore de tres cuerdas afinado un tono más agudo, que logró comprar gracias a los premios en metálico que consiguió en los concursos y audiciones en que participaba. Aparte de su carrera como solista, se interesó también por la dirección de orquesta, llegando a tomar la batuta en el estreno de Aída en El Cairo, por mediación del mismo Verdi; siendo muy admirado también en esa faceta, solía ser habitual que en el intermezzo tocara su contrabajo para amenizar la espera del público, con piezas inspiradas en óperas populares, de Bellini y Donizetti entre otros. Su inclinación por este género musical, como buen italiano que era, tuvo gran importancia en su producción como compositor, con un estilo lírico y melodioso, inconfundiblemente romántico.
El repertorio para contrabajo no es demasiado amplio pero con la aportación de Bottesini llegó sin duda a la excelencia. Son muy recomendables, por ejemplo, el concierto para contrabajo en Re mayor de Vanhal, o el de Dittersdorf, que es probablemente el más antiguo que se compuso para este instrumento, pero, sin embargo, se aprecia algo así como un salto cualitativo cuando escuchamos a Bottesini, o esa es mi humilde impresión.
Esta noche vamos a escuchar dos obras maestras exquisitas, especie que abunda en el repertorio de Bottesini. La primera es el Concierto para contrabajo nº 2 en Si menor, interpretado por Rinat Ibragimov con un contrabajo Gagliano, y acompañado al piano por Catherine Edwards. El primer vídeo es una entrevista al propio Ibragimov (primer contrabajo de la London Symphony Orchestra, formado en Moscú), en donde nos habla de Bottesini y del concierto referido; muy interesante. En el segundo vídeo tenemos el concierto en cuestión.
La segunda pieza que escucharemos, en el tercer vídeo, es el Dúo concertante para violín y contrabajo, en un arreglo en el que el piano hace la parte orquestal. Interpretado por Alina Ibragimova en el violín (un Guarneri) y Rinat Ibragimov en el contrabajo (un Albani en esta ocasión); les acompaña al piano Grace Mo.
Buenas noches, Cristoforo Colombo.
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