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| La peña lo flipla con el Bueno |
La cosa tiene ya doce añitos, es de 2003, pero aunque parezca mentira no ha aparecido en el tubo hasta hace una semana. Antes existía una transcripción literal en el Catoblepas, pero claro, no tiene la misma gracia. Se trata del famoso debate sobre ética y religión que sostuvieron en las jornadas de filósofos jovenes de Sevilla el ínclito, kantiano, habermasiano, krausista, socialdemócrata y filósofo oficial de la España postaznaril, José Antonio Marina; el siempre correcto, desde sus posiciones idealistas, Manuel Fraijó y nuestro nunca suficientemente ponderado Gustavo Bueno, con moderación de Sánchez Dragó. Entre otras gracias del debate resulta divertidísimo ver a Marina desesperarse sin entender una sola palabra de lo que sostiene Bueno, pero claro, qué se podía esperar de alguien totalmente cautivo del espejismo metafísico de La paz perpetua. Espejismo que constituye uno de los grandes dogmas ideológicos, propagandísticos, de nuestro tiempo y por el que en mayor o menor medida hemos pasado muchos. Afortunadamente debates como este, y he ahí otro de sus grandes aciertos, sirvieron para que en la medida de nuestras posibilidades empezáramos a desprendernos de él.
Pero vamos, que si fuera sólo por eso ni merería la pena compartirlo. Que va, aquí lo verdaderamente sustancioso se encuentra entre el público asistente, al que en parte sí, y en parte no, se le queda cara de Marina. Sería interesante conocer de la mano de quienes pudieron asistir en persona al debate sí, visto de nuevo, más de una década después y con la lógica perspectiva que otorga el tiempo, las tesis que allí se sostuvieron se entienden mejor, peor o igual que entonces. Sólo por curiosidad:
Completo la entrada recuperando la entrevista que en 2012 la peña, en parte sí, en parte no, asombrada pudo realizar a D. Gustavo:
Qué alegría, Alan ha hecho una entrada en el blog, algo que no ocurría desde ¡Septiembre de 2014!
ResponderEliminarPor cierto, la que está ahí se parece una jartá a Manuela Carmena y el debate (para ser de filosofía) ha estado muy entretenido, mas que los de fúrgol...
Pues sí, algo se le parece, pero vamos, ni idea, yo con el vulgo no me mezclo y de la gentuza, dicho en el sentido más cariñoso de la palabra, que aparece en la imagen no conozco a nadie. Ese debate es divertidísimo incluso sin necesidad de seguir lo que dicen. Recuerdo que en su tiempo lo tenía grabado en VHS y cuando lo ponía a ver si entendía algo mi madre se descojonaba con él. Y básicamente estaba entendiendo lo mismo que yo.
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