martes, 8 de julio de 2014

Los Lapienses

Alcornoque
En cuanto uno sale de casa, empiezan a pasarte anécdotas y curiosidades por doquier, este verano (que de momento no lo parece) invita a pasear por las noches e incluso a quedarte a dormir en mitad del campo y eso fue lo que hicimos este viernes pasado Paco "el melli" y este que os escribe.

Nos desplazamos a la cercana localidad de La Lapa, que no tendrá más de 200 habitantes, por que allí está la pequeña Sierra de las cruces, en la que destaca por su variedad botánica, los bosques centenarios de encinas y alcornoques también albergan a gran variedad de aves, muchas de ellas incluso se quedan a criar en verano cuando lo habitual es desplazarse al norte a soportar las temperaturas estivales, pero el lugar es excepcionalmente húmedo, lo que le da ese toque especial.

Escribano soteño


Estaba anocheciendo, y mientras que escuchábamos el magnético ulular del cárabo, notamos la presencia de un vehículo que se acercaba por el camino vecinal en el que estábamos nosotros, pasó a nuestro lado y saludamos cordialmente, pero él vecino no paró, así que seguimos con nuestra rústica cena y hablando de cosas de la actualidad, que si los ovnis, que si los círculos de poemos y todas esas cosas que pasan en la España de hoy en día...

De repente, el mismo coche volvió a pasar, volví a saludar y nuevamente me quedé sin respuesta, pensamos muchas cosas, pero lo que hice fue buscar un lugar donde echar mi saco de dormir para descansar esa noche. Empezaban a pasar estrellas fugaces por encima mía, el cárabo cada vez se escuchaba más cercano, y la conversación poco a poco se iba apagando..., cuando, ya a punto de dormirme, un todoterreno de la Guardia Civil me ciega con sus potentes luces, me incorporo alucinado, ellos me preguntan:

G.C.- ¿qué hago allí?
Paco - mi respuesta es evidente "trato de dormir".
G.C. - sí, vale, pero además de eso... 
Paco - bueno, somos dos amigos a los que nos gusta la naturaleza, y que entre otras cosas, para intentar ver ciertas especies de aves y no tener que pegarnos un madrugón de aúpa, hemos decidido quedarnos aquí a pasar la noche. 

El guardia civil mira nuestros prismáticos, y nota en propia persona que es cierto lo que contamos, es más, hasta se le ve que nos mira con admiración, pues él también entiende un poco de aves.
Su compañero nos pide los dni's, y miraría nuestros antecedentes... o lo que fuese. 
Por si éramos pocos, llega otra persona, el cual dice que es el alcalde de La Lapa, bueno, su presencia es completamente informal, con unas bermudas y una camiseta de movistar, que no le hacía mucho bien en cuestiones de formalidad.

Volvimos a contarle lo mismo, que a la autoridad de la guardia civil y sorprendentemente, nos dejaron dormir allí mismo, ya que desde ese momento, y al tomar nuestra matrícula, nos darían permiso para pasar la noche siempre y cuando llamásemos al ayuntamiento o a la guardia civil, todo esto, seguramente por que no éramos sospechosos de cometer robos. 

Estábamos con ese shock y claro, después  de tan ilustres visitas, quedó claro que no tuvimos mucha suerte con las aves, pero nos conformamos con la enorme belleza de ese lugar. En otoño, los letrineros nos acercaremos por allí, a ver si se animan muchos más...




4 comentarios:

  1. Pues debe ser interesante hacer senderismo por ahí. Eso sí, lo de dormir al raso no deja de tener su problemática...¿Y si llega a haber un robo en alguna finca cercana estando vosotros "fichaos" ? Pues ya hay que andar dando explicaciones en el cuartelillo, como mínimo.

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  2. Es cierto que dormir al raso tiene sus inconvenientes, pero también uno disfruta de mayor libertad. Hace ya muchos años que le tengo declarada la batalla a la tienda de campaña, ya que no me deja ver el cielo, no me deja escuchar bien los sonidos, y si la llevas a cuestas, pesa un montón. amén, de que con la tienda estarías acampando y la acampada libre no está permitida; yo solo cojo un plástico y mi saco y ahí me echo, eso, todavía lo permiten.
    Bueno, si roban y nosotros no tenemos nada que esconder, no me importa declarar en el cuartelillo, es lo que se dice tener la conciencia limpia, no gallego...

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  3. No pongo en tela de juicio tu conciencia, no-gallego, pero ya te digo que no deja de ser un marrón. Y la justicia es lenta, imperfecta, y cara.

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  4. Bueno, pero estas cosas no suelen ocurrir, sobretodo si te das a conocer y hablas con los vecinos y agricultores.
    Por cierto, no sé si quedó claro (en el artículo) que me sorprendió y agradó la actitud de la guardia civil y del alcalde, si la gente fuese así, posiblemente esos malentendidos se aclararían mucho antes y no habría que hacer desplazarse a nadie a ver que ocurre en mitad del campo. Vale, vascuence...

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Como no me copies te pego

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