sábado, 4 de agosto de 2018

Errores (en ajedrez)

Durante dos semanas he estado como delegado extremeño para ayudar a los jugadores de ajedrez de nuestra comunidad. Durante estas semanas he visto de todo, partidas jugadas mal y por un error del contrario, ganarla. Y justamente lo contrario, hacer una partida maravillosa y tener una ceguera temporal con la que pierdes inmediatamente.

Pero es lo que tiene el ajedrez, el error está ahí, latente, esperando que le llames y acuda, a veces lo cometen los jugadores aficionados, en otras los profesionales, y también en bastantes ocasiones los campeones mundiales de ajedrez. No hay ninguno que se salve. Hay ejemplos múltiples, como el duelo entre Steinitz vs Chigorin en su 2º match en La Habana, el jugador ruso había jugado una buena partida, y en el momento de rematarla (con una pieza de ventaja), tal vez por el cansancio, o por la humedad y el calor de la capital cubana, de repente comete un error grosero y tiene que rendir el rey por un mate inevitable, en la que fue la partida final del match, cuando todo parecía que se decidiría en el último encuentro.

Hablaban los cronistas, de que Capablanca era un jugador invencible, y que en su duelo contra Alekhine, el jugador ruso no tenía nada que hacer, sin embargo, la estrategia de Alekhine, de resistir todo lo posible en el tablero, poniendo trampas y cebos continuamente, agotó en varias partidas al gran maestro cubano, y ya en esas condiciones, se vio que los errores de Capablanca afloraron en el terreno de juego y por ejemplo en la 27ª partida, Capablanca tenía la victoria en un final con un peón de ventaja, y sin embargo, se come un 2º peón que le da la opción a su rival de encontrar un jaque perpetuo en posición desesperada. Muy posiblemente este empate le afectó anímicamente e hizo que jugase la parte final del match por debajo de su nivel.


Hasta el súper seguro Tigran Petrosian, tiene alguna derrota en menos de 15 jugadas, tras fallo estrepitoso. Y qué decir de Magnus Carlsen, el campeón actual, que en campeonato mundial de partidas rápidas del año 2015, le ocurrió esto:


Me gusta el criterio de Fischer en estos casos; "trabaja duro, piensa lo suficiente pero no te apures de tiempo, y sobretodo, no busques excusas ante la inminente derrota, a nadie le importan esas excusas..."

Durante esos días en Salobreña, me centré más en lo anímico que en lo ajedrecístico, hay que convencerlos de que el ajedrez es así, que perder duele y mucho, que a veces se nos saltan las lágrimas, pero que hay que analizar la causa de las derrotas, para aprender a no cometer el mismo error en el mismo sitio (esa piedra siempre está ahí...), y cuando asimilemos que la derrota es un resultado que vamos a tener que firmar, una y otra vez, habremos avanzado un gran paso para jugar al ajedrez, y subiremos otro peldaño, hasta que disfrutemos con el juego, en muchas ocasiones al margen del resultado, a veces solo te conformarás con haber sido creativo, atrevido, valiente y te irás con una sonrisa en la boca a pesar de perder, porque el resultado, en el ajedrez, siempre es efímero.

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