viernes, 3 de enero de 2014

Te esperaba




Oímos hablar tantas veces de ella que cuando por fin pudimos contemplarla más que conocer tuvimos la impresión de estar recordando. Y es que como dijo aquél, conocer es recordar y recordar es conocer. Recordar, por ejemplo, esa mística unidad de los contrarios que se resuelve en la lapidaria "te esperaba", o el orgullo del campeón destronado que dignamente cede las blancas al nuevo campeón, o aquel suave travelling que los abandona a su suerte y a nosotros, mirones empedernidos, nos expulsa amablemente del drama para dejarnos en los diestros acordes de Cesar Franck, si es que mi oído no me traiciona:


2 comentarios:

  1. Es una escena que ya no necesita ser recordada por ser inolvidable. Nadie ha reflejado mejor que en este final (metafórico, análogo y literal) la esencia misma del ajedrez y la vida humana (específicamente humana). Hermosa música de César Franck, en perfecto maridaje.

    Un placer.

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  2. Por fin he podido ver esta película, gracias al cine que tiene montado Alan Moore... Me ha gustado ver el que las partidas han sido bien escogidas y bien interpretadas por los dos actores, hay alguna pijada que chirría, pero no me pondré muy exigente. Desde luego, toma nota de anecdotas claramente del Match Karpov-Korchnoi de 1978 en Baguío, y lo de la sordera, es un detalle a Tigran Petrosian, que también desconectaba su aparato, cuando ofrecía tablas y se las rechazaban. La música de Franck y el final, casan perfectamente.

    Otro placer.

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Como no me copies te pego

Reservado todos los derechos a los lectores, que podrán copiar, manipular, alterar y hasta leer todos los textos de este blog. Eso sí, se agradecería que mencionaran de dónde diablos han sacado el juguetito.