martes, 8 de noviembre de 2011

VERDI.Nabucco.Va Pensiero


En estas fechas donde las pancartas florecen anudándose en multitud de farolas, que sostienen caras maquilladas y adulteradas, expresiones amables y sonrisas que venden su alma por un voto, donde las promesas envueltas en caramelos electorales y futuros idílicos, donde especialmente los medios, las tertulias se despojan de hipocresías para manifestarse realmente como son o se posicionan para nuevas posibilidades si fulanito o menganito consigue tal poltrona, donde el bipartidismo consentido ahoga voces que llegan pero llegan menos, en estas tesituras, detente, desconecta de tanta ilusión optica y disfruta de la GRAN MÚSICA.

¿Aún no te has aburrido lo suficiente?...

Descansa en paz, Smokin Joe


Se nos ha ido uno de los grandes. En el recuerdo, sus épicas batallas con Alí, y el honor de haber sido el primero en derrotar al más grande.


¿Aún no te has aburrido lo suficiente?...

sábado, 5 de noviembre de 2011

¡Qué grande es el cine!: Glen o Glenda, de Edwar D. Wood Jr.

Dios me libre de querer hacerle la competencia a Buendía, pero en fin, me voy a permitir el gusto de dejaros unas cuantas recomendaciones cinéfilas que a buen seguro satisfarán los paladares más exquisitos. En verdad el consejo no es mío, pertenece a un tal Simon Birrell, y se puede encontrar en el número 8 de la revista trimestral Nickel Odeon (Otoño de 1997), ese tocho enorme que publicaban -desconozco si lo siguen haciendo en la actualidad- la gente de ¡Que grande es el cine!, o sea Garci y su panda de jovencitos.

En aquel número, con vistas a elaborar su propio ranking de las mejores películas de la historia, le pidieron a apenas 150 profesionales del ramo, ya fueran productores, directores, actores, críticos, apuntadores o lo que fuera, qué más da, tampoco vamos a ponernos ahora tiquismiquis, su lista de los 10 mejores flims de siempre. Por supuesto entre tanta opinión, cada una de su padre y de su madre, era de esperar encontrarse con cualquier cosa, aunque no sé yo si era posible imaginarse un decálogo como éste del tal Birrell. Atentos a las frikadas:



Amanecer

Ciudadano Kane

Glen o Glenda (1953) Edward D. Wood Jr.

La humanidad en peligro (Them!, 1954) Gordon Douglas

Sed de mal

Confessions of a Opium Eater (1961) Albert Zugsmith

Beat Girl (1962) Edmond T. Creville


La máscara de la muerte roja (The masque of the red death, 1964) Roger Corman

Faster Pussycat, Kill, Kill! (1966) Russ Meyer


Hairspray (1988) John Waters


Toma ya, junto al clasicismo de Murnau y Welles... ¡la serie Z de Corman, las hormigas gigantes de Douglas, las chicas neumáticas del cachondo, en el más amplio sentido de la palabra, Russ Meyer; la chica beat de Creville o las toneladas de lacas de Waters! Pero sobre todo, entre tanta joya del celuloide oculto,
Glen o Glenda de Ed Wood. Esa si que es una película de los pies a la cabeza, digna de figurar siempre y en cualquier clasificación por encima de bodrios como El apartamento, o pestiños como Las uvas de la ira, o castañas como El padrino, uno o dos, o enjendros como Tiempos modernos, o...

Desde luego este hombre, el Birrell, es un genio. Bueno, y Ed Wood también, pero eso ya lo sabíamos: nos lo contó Tim Burton. Mirad, mirad:


¿Aún no te has aburrido lo suficiente?...

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Tebeos en La Casa del Mundo (III): En pocas palabras, de Jason


Si he de decir la verdad, y supongo que debería hacerlo, o al menos no mentir tanto como hasta ahora, esta no es la recomendación que tenía en mente, como diría un cuponero, para hoy. Pero claro, uno oye hablar de Nietzsche y del nihilismo y de la dialéctica en ejercicio y de la consideración de lo uno y su contrario y de la madre que los pario, y vaya, no puede evitar acordarse de la obra de
John Arne Sæterøy, más conocido en el mundo del tebeo como Jason. Porque si por algo se caracteriza el trabajo del noruego, siempre imprescindible, es justamente por su maravillosa capacidad de aunar virtudes contrapuestas que, como el agua y el fuego, la sal y el azúcar o el amor y el matrimonio, no parecen a primera vista compatibles.


Por ejemplo, los tebeos de Jason abordan muy pocos temas, temas que como la soledad, la incomunicación, la vida no vivida, o la neutralidad moral de la existencia dan forma a la totalidad de su universo de ficción. Y sin embargo, a pesar de esta escasez de temas, nunca cae en la monotonía ni en el cansancio. Al contrario, Jason es un autor tremendamente original e imaginativo que siempre consigue sorprender a sus lectores. Sí, original e imaginativo, aún cuando sus obras están plagadas de una gran cantidad de homenajes y referencias a otros autores y a otras obras. No en vano es fácil reconocer en sus páginas la influencia de cineastas como Bergman o Hitchcock, o incluso la huella de la ciencia ficción y el cine de terror. Y con todo, siguen siendo las suyas obras extraordinariamente personales, dueñas de una voz propia que las hace inconfundibles.


Más ejemplos de ésta unidad de los contrarios que harían sonrojar de envidia al nietzscheano más dialéctico: aún cuando toma elementos de otros medios , su estilo narrativo es puramente comiquero; aún cuando haga uso con frecuencia del absurdo y del más delirante surrealismo, en el fondo sigue siendo un autor realista, cercano incluso al costumbrismo; aún cuando su dibujo sea de apariencia infantil y sus personajes animales antropomórficos, sus historias son excepcionalmente maduras y sus personajes profundamente humanos; aún cuando su tono pueda parecer un poco frio y distante, sus resultados son siempre de gran emotividad; aún cuando… aún cuando podría continuar con la lista, mejor lo dejamos aquí.


Para apreciar esto que os cuento lo aconsejable sería que os leyerais todos sus tebeos, pero en fin, como me piden, bajo amenazas e insultos, que concrete en un solo título, me voy a quedar con En pocas palabras, una recopilación de tres historias prácticamente mudas, y sin embargo de gran elocuencia, que ejemplifican admirablemente la manera en la que Jason lleva a cabo el ejercicio de la dialéctica, la consideración de lo uno y su contrario y… bueno, y todo eso.


Por último cabe destacar que el tebeo se encuentra publicado por
Astiberri:


Jason - En Pocas Palabras (CRG)¿Aún no te has aburrido lo suficiente?...

martes, 1 de noviembre de 2011

Tebeos en La Casa del Mundo (II): Una vida errante, de Yoshihiro Tatsumi


No creo que escandalice a nadie, o por lo menos no lo suficiente, si afirmo que la industria del tebeo más desarrollada y consolidada del mundo, ya sea por la cantidad y la calidad de sus autores, o por la diversidad de géneros y propuestas que abarca, o incluso por la aceptación y el reconocimiento que cosecha, es, sin duda, la del manga, o lo que es lo mismo , la de la historieta japonesa. Quiero creer además que tampoco me miraréis con malos ojos si digo que los méritos de este mayor desarrollo se deben, en gran medida, a la obra genial del gigante del tebeo Osamu Tezuka, el llamado, con toda justicia, dios del manga. Quiero creerlo y estoy convencido de que así sería, pero como soy un cobarde voy a renunciar a comprobarlo y me vais a perdonar que me quede, para mi recomendación de esta semana, con Una vida errante, de Yoshihiro Tatsumi.



Publicada en nuestro país en dos volúmenes por la editorial Astiberri, Una vida errante narra las peripecias del joven Hiroshi, fanático del manga, y gran admirador de Tezuka –ya sabía yo que lo mencionaba por algo- que sueña con convertirse en un reputado autor de mangas. Pero no de cualquier tipo de mangas; Hiroshi aspira a crear historias de temática más madura que saquen definitivamente al manga de su encasillamiento infantil y lo eleven a la categoría de arte adulto.

El dios del manga, Tezuka, aconseja al jovén Hiroshi

Por supuesto estamos ante la biografía, poco o nada disimulada, del propio autor, un recorrido fascinante a través de los esfuerzos y desvelos del artista adolescente en pos de hacerse un hueco en el mundo editorial. De esta manera el tebeo se convierte en una exploración apasionada -y apasionante- del acto creativo, de la búsqueda de la propia voz, y con ello, de la propia identidad, o lo que viene a ser lo mismo, del acto creativo entendido como actitud ética ante la vida. Pero además de la crónica del histórico nacimiento del Gekiga, o manga de temática más madura, que tanta importancia tendría después en el desarrollo y consolidación de la historieta japonesa, y además del relato de la evolución personal y artística de su autor, Una vida errante es fundamentalmente el admirable fresco de toda una época, porque a través de su narrativa contenida y serena, siempre alejada de cualquier tipo de sentimentalismo facilón, Tatsumi acierta a levantar acta de unos años, los inmediatamente posteriores a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, que marcarían de forma decisiva la culminación del proceso de occidentalización del país del sol naciente. Estamos por tanto ante un excelente tebeo que hará las delicias tanto de aquellos que deseen disfrutar de una buena narración como la de quienes gusten de aprender sobre la historia del noveno arte, o de la historia sin más. Un tebeo que en este caso podréis encontrar en la biblioteca Jesús Delgado Valondo, de Mérida. Vamos, a tiro de piedra.


Como muestra, y a falta de que Una vida errante aparezca por la red, os dejo un relato de Tatsumi, Good Bye, un magnífico ejemplo de lo que se entiende por Gekiga, y además el trailer del film de animación dedicado a la vida y obra del mangaka. Toda una sorpresa para mí, la del film, de la que no tenía ni idea y de la que me acabo de enterar mientras preparaba la entrada. No, si al final tiene uno hasta sus recompensas...



Good Bye, de Yoshihiro Tatsumi¿Aún no te has aburrido lo suficiente?...

Como no me copies te pego

Reservado todos los derechos a los lectores, que podrán copiar, manipular, alterar y hasta leer todos los textos de este blog. Eso sí, se agradecería que mencionaran de dónde diablos han sacado el juguetito.