sábado, 16 de abril de 2016

Las abarcas de Miguel


Puede que esto que hoy narre aquí, debería de quedar en la intimidad, pero la confianza que tengo con él es tan grande, que sé, que me perdonará esta indiscreción.

Sería el mes de mayo, y habíamos terminado de hacer nuestro programa de radio semanal, como todos los martes, hablábamos de lo bien o mal que había salido, de las aventuras que nos contaba Diego Frías por la radio; de las originales músicas que nos traía Pachi Tapiz al programa y nos evocaba a otros tiempos y lugares; a veces, Miguel me dejaba meter baza y le alargaba la biografía del jugador de ajedrez que había encontrado... Por que Miguel, monopolizaba la conversación, a pesar de que él solo tenía unos minutillos, (los finales) en el programa, pero se nos venía arriba y parecía que lo había hecho todo él, el joío...

Pues aquél día de mayo, entre copa y copa, nos recordó el poema Las abarcas rotas de Miguel Hernández y que le caló hondísimo, ya había pasado medio año de ese programa y le seguía dando vueltas a la cabeza a estos versos, que recitaba con una sonrisa en la boca:

Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería. 

Pero cuando llegaba a estos, la voz se le resquebrajaba:

Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana. 

Y cuando llegaba a estos, ya las lágrimas salían a reflotar:

Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

Por un lado admirabas a Miguel Hernández, por tener esa sensibilidad extrema, pero por otro lo maldecías, por hacer llorar a mi amigo con esos versos..., y es que el poeta, es capaz de hacer, que esa vivencia, se transporte a un mundo muy personal, y Miguel, nuestro Miguel, lo llevaba allí y sufría por eso, pero después era feliz.

He aquí un brindis por Miguel (a cualquiera de ellos) y un abrazo a un amigo que demuestra valentía al expresar sus sentimientos.

2 comentarios:

  1. Muy bueno muy bueno. Y eso que yo no soy de poesía!

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  2. Pues encantado de que te guste, tanto la entrada como el poema y el recitado de Miguel, A ver si recupero algunos de sus mejores momentos en la radio poco a poco.

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Como no me copies te pego

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