Tras un breve, muy muy breve descanso ayer retornó a escena el que posiblemente sea, con muy estrecho margen para la duda, el mejor programa radiofónico de la historia de la humanidad, más aún, de la historia de todas las especies, númenes o cosas, en sí o para sí, que alguna vez hayan sido. Y lo hizo reduplicando su apuesta por la formula y las personas que tan buenos resultados le permitieron cosechar en la temporada anterior, y acometiendo con valentía, además, los pocos ajustes que le eran necesarios acometer: abiertas las puertas para que escapen las ratas que se asustan por la imponente magnitud de la tarea, se dió la bienvenida a quienes no tiemblan ante la sombra, siempre amenazante, de un micrófono. Vamos, quiero decir que ayer hizo su debut en el programa el Adolfete. Un debut brillante, para que lo vamos a negar, con una presentación muy hermosa y una selección prácticamente insuperable. Si acaso sea ese justamente el único reproche que se le pueda hacer, porque me pregunto yo, y ahora cómo diablos piensas superar esto, hijo. Pero en fin, ya lo dijo el otro, al hombre bueno no alcanza ningún daño, ni en la vida ni en la muerte. Y el Adolfete, como el Pascual Duarte, es un hombre bueno. Así que supongo que nada hay que temer, como tampoco ha de temer quien dejándose de milongas se apreste a escuchar el corte de la recien estrenada sección:
Empieza bien la cosa, tú.
Tiene la voz de Adolfo por teléfono, el sonido de los antiguos programas de radio. Ayer hablé con él y le felicité por su sección, y auque ayer estuvo vibrante, en el futuro irá mejor, por que al fin y al cabo todos aprendemos, todos cogemos experiencia y por lo tanto, se podrá superar esta obra maestra que no obra cumbre.
ResponderEliminarPD Esperamos también que aparezca el que nos iba a hablar de los cómics...
El cómic ha muerto, Paco. Además la radio está fuera, ella también, del rango de mis habilidades posibles. Lo más que podría hacer es escribir una recomendación y que alguien la interprete en antena por mí. O puedo apuntarme a los cursos de interpretación de Jesús y una vez graduado y licenciado volver para interpretarme a mi mismo. Pero no, sinceramente creo que es mejor dejar las cosas como están.
ResponderEliminarMuchas gracias por la entrada y los comentarios. La verdad, me da algo de reparo oírme, estaba muy nervioso aunque por lo que decís pareciera otra cosa.
ResponderEliminarPedro, me compré "Emigrantes". He disfrutado mucho con sus imágenes. Espero que pronto te animes a inaugurar en la radio tu sección de cómics.
¡Anda los donuts! ¡Anda la cartera!
Adolfo
Pues no tengas reparos en oírte, porque todo fue del tirón y sin el menor tropiezo. Hazme caso, estabas bastante menos nervioso de lo que tú mismo creías.
ResponderEliminarCuando tenga un rato le echo un vistazo, no puedo perderme el debut de mi Alfredo!!!
ResponderEliminarYo sigo esperando a que me llameis algún día en el programa aunque sea para hacer una sección de chistacos jajajjaja o leer un relato.. :P Por cierto el "Ding don ding... acuda a pasillo tres", también se me da de muerte.
Sí, bueno, ese cerdo repugnante no lo hace mal del todo, el muy crápula, además me hizo caso y empezó por Anito, Melito y Licón, pues Platón y su alter ego Sócrates son meras figuras decorativas en todo este jaleo, pero sigo pensando que si lo contase como el día que lo contó en el bar la audiencia le estaría agradecido, en su alocución del martes el pavo eliminó sin pudor toda la guasa con la que se destapó ese día y que por idiosincracia le es consustancial al tipejo hideputa, en fin, para empezar notable para el diletante capullo-pitufofilósofo-empedernido. Pig!
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