Tras años de viaje interestelar, de observación y deliberación, aquella espléndida civilización decidió contactar con los habitantes del planeta denominado "Tierra". Lo primero sería dirigirse a los más poderosos, pues su opinión sería la más valorada y tenida en cuenta por la totalidad de la población.
Unos pocos meses terráqueos después, decidieron partir hacia el siguiente planeta habitado de la galaxia, lamentádose del valioso tiempo perdido. Aquella civilización, que había logrado descifrar todos los misterios imaginables de la física, de la biología y tantas otras ciencias, nunca llegó a comprender el porqué de la rebaja en su nota de calificación, pues en un breve lapso de tiempo, desde su llegada hasta la el momento actual, habían pasado de ser "triple A", a "triple B".
vaya, no he visto mi dedicatoria personalizada eh :D
ResponderEliminarbuen relato, a ver si te animas y subes más.
No hombre no te animes, leed un poco antes de escribir, un poco de sana e impura cultura no os vendría mal, leed a los clásicos, a los griegos, a los persas, a los otomanos, a los que os vengan en gana, pero llenad vuestros vacíos cerebros de algo más que blogs y revistas de puteo. Sin acritud, un ligero toque de atención.
ResponderEliminarBueno vah tanpoco es para tanto el chico se lo curra que da gusto compadre, además con las revistas de puteo a un hombre no le suele caber nada más en la cocorota, salao.
ResponderEliminarJoe, cuánta pedantería, cuánto resentimiento y que falta de sentido del humor. Relajate un poco, anónimo, que sólo es un relato, nada que justifique tanto ladrido a la Luna. No creo que haga falta decirlo, pero en fin, ya lo sabes David, anímate siempre que te dé la real gana. Incluso cuando no te la dé. O cuando en vez de real sea republicana. O imaginaria. O culé. O...
ResponderEliminarY después de tanto viaje seguimos con la misma mierda, pero con menos peso específico. Vamos digo yo.
ResponderEliminarVaya, que alegría leerte de nuevo por aquí, buendía. Ahora sólo falta que te animes a postear otra vez y ya tenemos la gracia completa. Pero no creo que tengas lo que hay que tener: tiempo.
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