«Figúraseme, que hasta ahora los hombres han ignorado enteramente el
poder del Amor; porque si lo conociesen, le levantarían templos y
altares magníficos, y le ofrecerían suntuosos sacrificios, y nada de
esto se hace, aunque sería muy conveniente; porque entre todos los
dioses él es el que derrama más beneficios sobre los hombres, como que
es su protector y su médico, y los cura, de los males que impiden al
género humano llegar a la cumbre de la felicidad. Voy a intentar daros a
conocer el poder del Amor, y queda a vuestro cargo enseñar a los demás
lo que aprendáis de mí.»
Platón (El banquete)
Menuda educación tenía el pavo: haciendo peinetas |
Hay que ver la de cosas raras que se encuentra uno desperdigadas por la red. Nada menos que El banquete, la película, en donde Sócrates, como era costumbre en él y como si de un Jackie Chan de la Grecia clásica se tratara, se dedica a repartir estopa dialéctica a diestro y sinestro con la excusa del amor. No me extraña que después le ajustasen las cuenta de tan mala manera.
La rareza la firma un viejo conocido del cine patrio, Marco Ferrari, el mismo de El pisito o de El cochecito. Ver, oir y leer para creer:
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